|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La inmortalidad es sin duda el deseo que el ser humano ha tenido por tantos años, una idea, un objetivo que nos ha llevado a buscar objetos mágicos, tesoros en lámparas, sueños surrealistas. Pero, aunque pareciera imposible de conseguir, conozco a un mago que lo ha logrado, que encontró la manera de vivir para siempre y que con alegría llamo mi maestro. Se trata de una persona sorprendente, ya se lo imaginarán, de un mago no sólo en las artes escénicas sino también en el día a día en su trabajo, en su familia. Y aunque los magos guardamos secretos, hoy quiero revelarles la fórmula mágica que mi maestro me ha enseñado para lograr la inmortalidad, el camino que sin duda quiero seguir con la meta de llegar a ser como él y la cual me encantaría que muchos más quisieran lograr. El destino no es lo que te va a pasar, es lo que harás que suceda en este libro en blanco llamado vida. Este camino se llama trascendencia y se resume muy sencillo: la manera en la que vivimos tiene un eco en el futuro.

Dicen por ahí que para trascender hay que escribir un libro, sembrar un árbol y tener un hijo; pero mi maestro me ha enseñado que no es tan simple, realmente implica prepararnos a diario para trabajar sobre cualquier reto, ponernos metas tan altas que parecieran imposibles, pero también me enseñó que lo único imposible es la imposibilidad y que el mejor camino para ser inmortales es enfocar nuestra vida en cambiar la de otros para bien, de tal manera viviremos siempre en sus mentes, en su alegría y en las de sus familias por muchas, muchas generaciones.

Mi maestro es inmortal, ha cambiado mi vida y con ella quiero poder cambiar la de otros; mi maestro es inmortal, tiene una una maestría y un doctorado “honoris causa”, ha escrito libros, muchos libros, ha realizado investigaciones múltiples que han cambiado la perspectiva como miramos muchas cosas, mi maestro ha dado la vuelta al mundo, se ha puesto metas y las ha cumplido, mi maestro tiene una gran familia que ama, un matrimonio de muchos años dentro de un mundo plagado de divorcios, mi maestro ha dado clases en universidades, formado alumnos comprometidos, también es astrónomo, matemático y no se ha rendido frente a los constantes cambios en la tecnología. Mi maestro ha formado un ejército de hijos y nietos y los motiva a diario a continuar con su misión, mi maestro es inmortal, mi maestro es mi abuelo, el mago Ojeda, el original, el contador y también investigador guadalupano, quien me ha enseñado tanto y no sólo de astronomía, quien me ha conducido por la fe, por la magia, por la hipnosis y por la vida.

Abuelo, agradezco a Dios por un nuevo año más de vida que te ha brindado, pero agradezco mucho más por esa inmortalidad que nos has enseñado. ¡Por muchos años más de vida y millones de años de inmortalidad! Feliz cumpleaños.

Lo más leído

skeleton





skeleton