De viejos recuerdos y nuevas oportunidades
El poder de la pluma
Los recuerdos son una forma de aferrarte a las cosas que amas, las cosas que eres, las cosas que no quieres perder.- Manuel Trinidad Martin
Este año he vivido de recuerdos, de todas aquellas vivencias que tuve en el pasado y que vinieron a ocupar el lugar de todas las que no se pudieron realizar en los días que este año no fue capaz de dejarnos. He vivido de recuerdos porque no he podido formas nuevos, he decidido escribir historias porque no pude vivirlas, el año se ha ido y se ha llevado consigo todo lo que no nos permitió hacer.
Se ha llevado consigo mucho, pero también nos ha dejado tanto que por momentos pierdo la cuenta y tengo que recordar el sonido del segundero del reloj marcando el paso del tiempo mientras recordaba todo aquello que había perdido, pero también todo lo que había ganado.
Este año nos ha mostrado que en los pequeños momentos se esconden las cosas que son dignas de recordar en fotografía, las cosas que son dignas de escribir en una historia, aquellas que debemos llevar con nosotros para siempre. Hemos aprendido el valor de aquellas cosas que dejábamos pasar sin mirarlas, hemos aprendido el valor de cada persona y apreciar los segundos que tenemos con ellas.
Trescientos sesenta y seis días pasaron, llevándose consigo lo que solíamos ser, pues seguramente nos hemos convertido en personas tan distintas a lo que solíamos ser que, al mirarnos en las líneas que escribimos o en las historias que pensamos, no nos reconocemos del todo.
Recordar se ha convertido en el pasatiempo favorito de muchos, se pasan repasando una y otra vez las palabras que dijeron aquella tarde que compartieron con la familia, se la pasan recordando el sonido de la risa de aquella persona que tanto querían; hemos recordado tanto, que no nos hemos dado cuenta que incluso, estando lejos, podríamos formar nuevas memorias.
La lejanía ha servido, curiosamente, para unirnos más. Estar separados nos ha ayudado a entender todo lo que antes no solíamos hacer, nos ha hecho entender que debemos amar, agradecer y aprovechar porque las cosas no siempre son iguales y las personas no estarán para siempre.
A pesar de todo lo que perdimos, estamos listos para comenzar de nuevo, para una mejor historia, para mejores tiempos, estamos listos para entender que debemos hacer que viajes del reloj valgan la pena y realizar actos heroicos, de esos que nos pueden cambiar la vida y hacernos sonreír.
Ha sido un año atípico, lleno de obstáculos, de tristezas y de incertidumbre, pero, a pesar de eso, no nos hemos rendido, seguimos en la difícil tarea de salir adelante, llevando con nosotros todo lo que ha salido mal, pero decididos de ahora en adelante a hacerlo bien.
Me despido, esperando que, a pesar de todo, este año hayamos aprendido a valorar, a amar y a entender que la vida cambia, que hayamos aprendido a valorar lo que vivimos, los recuerdo que formamos y estar listos para empezar de nuevo.