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El Ariel es un premio concedido anualmente por la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) en reconocimiento a los profesionales de la industria fílmica nacional, incluyendo directores, intérpretes, técnicos y productores.

El año 2020 dejó severamente afectada a la industria cinematográfica, sin embargo la Academia Mexicana decidió no renunciar a su edición de los premios y los festejó con una debida sana distancia.

Verónica Toussaint y Roberto Fiesco fueron los encargados de dirigir este evento que fue transmitido por el canal 22 y también vía streaming para los usuarios de redes sociales, premiando a los ganadores a través de videollamadas, misma forma en la que se dio a conocer a la gran triunfadora de la noche Ya no estoy aquí, que se apropió de 10 galardones, en los que se incluyen los de Mejor película y Mejor director para Fernando Frías de la Parra, Mejor guión original, Mejor Fotografía, Mejor edición, entre otros. Otros nombres importantes de la noche fueron Luis Alberto, quien se ganó la estatuilla a Mejor actor por su trabajo en Mano de Obra; Edwarda Gurrolla, que se llevó el reconocimiento a Mejor actriz por su interpretación en Luciérnagas; David Zonana, que se alzó con el reconocimiento a Mejor opera prima por Mano de Obra. Los premios reconocieron este año la trayectoria de la actriz María Rojo y de la compositora Lucía Álvarez, quien al recibir el Ariel de Oro afirmó que el galardón “me ha rejuvenecido, me motiva a hacer cosas”.

Roberto Fiesco, conductor de la ceremonia, reinvindicó el gran esfuerzo que está haciendo el cine para sobrevivir ante los nuevos recortes a la cultura que fueron impuestos en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador y es por eso que un gran número de actores, directores y guionistas usaron sus discursos como un grito de ayuda para la cinematografía en el país. “La cultura no es territorio de unos cuantos, es un derecho que debe ser garantizado por el Estado”, dijo Mónica Lozano, presidenta de la Academia. “La cultura no debe pensarse como un gasto, no es un adorno, no es un bien prescindible. No somos los enemigos”, agregó.

Otro tema que también se hizo presente en esta entrega fue la lucha por la igualdad de las mujeres y por ello todas las nominadas, ganadoras y la conductora lucieron pañuelos rojos atados a sus muñecas con la leyenda “Ya es hora”, con lo que exigen paridad en los salarios y derechos laborales, que se produzcan más historias con perspectiva de género y no se tolere el acoso o la violencia contra ellas en la industria.

Esta fue la edición número 62 de unos premios que reconocen a una industria que ha luchado ante los problemas de austeridad que le hace padecer el gobierno mexicano. Toussaint cerró la velada con una cita desafiante: “Vamos a seguir haciendo cine, si nos dejan”.

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