Así hablamos aquí
El poder de la pluma
Gracias a mi trabajo en el teatro he tenido la fortuna de salir de mi ciudad y de mi país. Me llama la atención que, fuera de Yucatán, la referencia que tiene la gente sobre nuestra manera de hablar es “Don gato y su pandilla”. Generalmente hacen imitaciones del acento nuestro buscando agradar o pidiéndome que certifique que sí hablan como yucatecos, aún cuando ponen un acento exagerado o bastante alejado de nuestra forma de hablar. Incluso me han dicho: “Tú no hablas como yucateca, te robaron tu acento”. ¿Cómo hacerles entender que su referencia es una caricatura? Si a esto le sumamos que la aparición de youtubers o la popularidad de algunos comediantes son la única referencia de la gente de afuera, tenemos una caricatura absoluta de nuestro ser yucateco.
Sin duda alabo y me divierte la brillantez cómica de alguno de esos videos y personajes, pero honestamente me preocupa la poca claridad que tiene la gente de afuera sobre ellos: los yucatecos no hablamos así, estos comediantes hablan desde sus personajes y, precisamente por ello, en muchas ocasiones su forma de hablar es fársica. Insisto en que no tengo nada en contra de ello, insisto e insistiré porque me parece muy válido y respetuoso su trabajo y no porque cuando escribo al respecto me he ganado hasta mentadas de madre. Porque pocos pasan bien la crítica o el cuestionamiento, para eso tienen hordas de seguidores que les aseguran que todo lo que hacen está bien, y sin duda lo está, sólo que no es un reflejo fiel de los yucatecos.
A mí me gustaría tanto que pudiéramos tener personajes populares que realmente reflejaran nuestra manera tan linda de hablar, la mezcla de maya y español y los distintos matices que hay en nuestro pueblo. Hay también cierta poesía que me encanta, la otra vez que fuimos a ver a un j´men, me dijo: “Estás parada en tu destino, todas tus estrellas están brillando”. ¡Qué palabras tan bonitas para decir que las cosas están bien! Me encanta la forma en que construimos las frases los yucatecos, la poesía, la ironía, las onomatopeyas; todo un concierto de sonidos únicos y que nos identifican poderosamente. Hay libros que nos instruyen al respecto, porque los yucatecos no sólo somos chistosos, nuestros compositores, poetas, literatos, trovadores y etcétera dan testimonio de ello. Así hablamos aquí y no sólo por hablar, sino porque es nuestra herencia y nuestra raza.