Nancy Roche es una mujer de teatro en toda la extensión de la palabra. Actriz, directora, adaptadora, maestra, ha andado nuestro teatro dejando importantes precedentes.

Ella, que ha dirigido obras de Juan García Ponce y otros relevantes creadores yucatecos, se dio el tiempo de abrir un foro, lo hizo en tiempos en que los foros independientes eran prácticamente inexistentes y contaban sólo con el apoyo de su público aliado.

Con su compañía de teatro “La Farándula”, Nancy cautivó a un público que seguía sus obras y reconocía a sus actores. Algunas veces el foro tenía buena asistencia; otras, no tanto. Pero ahí estaba Nancy picando piedra, rodeada de su inseparable familia que siempre fue una familia de artistas.

Es difícil hablar de Nancy Roche sin mencionar a dos de sus icónicas actrices: Eglé Mendiburu y Conchi Roche; una delicia verlas en escena. Nancy Roche es una de las pioneras de nuestro teatro, no sé si sus inicios fueron complicados porque no era común que hubieran mujeres directoras, pero, sin duda, ella abrió puertas que muchas podemos transitar ahora sin problema.

Leo que este año le fue otorgada la medalla “Héctor Herrera, Cholo” y es una de las homenajeadas del festival de teatro Wilberto Cantón 2017. Me da un enorme gusto que la maestra sea reconocida doblemente y por instituciones distintas, me hace creer que empezamos a recuperar la memoria y a valorar a los artistas que hicieron camino.

Sé que para la maestra la ausencia física de su inseparable compañero Juan Carlos Moreno significó una pérdida irreparable y que cimbró muy fuerte al interior de su compañía. Me pregunto si las nuevas generaciones conocen el trabajo de la maestra, si son conscientes del enorme sentido que tienen estos reconocimientos para una creadora tan importante de nuestro teatro.

Algunas veces he platicado con la maestra, su sentido del humor, tan yucateco, tan nuestro, es muy disfrutable. Casi siempre va a mis funciones, intercambiamos comentarios e intento hacerle saber lo mucho que la admiro. Maestra Nancy: las mujeres como usted, que dedican su vida al teatro, son mujeres ejemplo que nos recuerdan no perder el rumbo y seguir caminando en una sola dirección.

Usted decidió que ese camino, esa dirección, sea el teatro. Por eso estos reconocimientos le encuentran hoy, porque no dejó de andar y dejar huella. ¡Enhorabuena y muchas felicidades!.