Gracias don Jorge Ortiz de Pinedo
El Poder de la pluma
Mucha gente, en particular la relacionada con el medio artístico, nos hemos enterado del lamentable y triste suceso con escenario en la alcaldía de Álvaro Obregón, donde la titular, Layda Sansores, canceló el proyecto cultural del Teatro López Tarso, dejando atrás muchas producciones escénicas y a más de 500 mil personas que han fortalecido el tejido social a través de la cultura teatral.
Hablar del señor Jorge Ortiz de Pinedo es hablar de comedia, de televisión, de cine y de teatro, y hablar de Layda Sansores es hablar de una carrera política basada en sucesos bochornosos, escándalos y grilla barata.
Hoy vivimos en un país sumido en la casi ausencia y debilitamiento del tejido cultural, donde dominan los programas carentes de ingenio y excedidos de palabras altisonantes y muchos con un contenido vulgar; hoy tal parece que la fórmula es: mientras más grosero y vulgar, más éxito tiene; hoy vemos y escuchamos cosas en la televisión que hace 10 años eran impensables y todo esto sucede por la ausencia de cultura, por la “apertura” de medios y la transculturización que nos invade, pero, en vez de apoyar al teatro, lo bloquean y obstruyen el trabajo que desarrolló durante siete años.
México ha sido cuna de grandes actores, directores y productores teatrales, como Manolo Fábregas, “El señor teatro”, que dirigió y produjo un sinfín de puestas en escena, y, sin temor a equivocarme, creo que hoy ese lugar lo ocupa el Sr. Jorge Ortiz de Pinedo, que, junto con su familia, ha puesto mucho dinero del patrimonio de su hogar para fomentar la cultura teatral, haciendo lo que es una obligación de todo gobierno: fomentar la cultura en todas sus expresiones escénicas, pero que no lo hacen.
La familia Ortiz de Pinedo lleva muchos años arriesgando su patrimonio, porque hoy en día nada te garantiza que la obra será un éxito y que tendrás ganancias o, por lo menos, recuperarás tu inversión. En estos siete años, más de 500 mil personas han disfrutado puestas en escena de primer nivel producidas por la familia Ortiz de Pinedo, y pregunto: ¿Sra. Layda Sansores, tiene idea de las consecuencias de cancelar este proyecto cultural?
¿Sabe usted que en siete años la familia Ortiz de Pinedo ha generado empleo a actores, actrices, diseñadores de vestuario, arquitectos escenográficos, directores de escena, músicos, arreglistas, dramaturgos, carpinteros, sastres, modistas, tramoyistas, y tanta gente que tiene que laborar antes y después de subir un telón?
Ojalá, doña Layda, que produzca la cultura teatral al nivel del Sr. Ortiz de Pinedo, pero lo dudo, porque creo que no sabe ni qué es un proscenio.
Don Jorge, solo puedo decirle gracias a nombre de todos los comediantes a los que les dio una oportunidad, por todos los empleos generados, por tantas noches de buen teatro, por darnos la oportunidad de mostrar la comedia yucateca al mundo, y le digo que pasan los años, los gobiernos, los diputados y congresistas, pero siempre quedan los artistas. Y como dijo Voltaire: “Quien quiera que condene al teatro es un enemigo de su país”.
Familia Ortiz de Pinedo, aún quedan muchos telones por subir.