No cabe duda que este año ha sido no malo, lo que sigue, confirmando que muchas cosas que vienen de China son chafamex, pues ya estamos entrando al séptimo mes de una “cuarentena” y hoy la gente está más que desesperada ante el difícil panorama económico, y si no fuera suficiente todo lo que hemos vivido, nos cayó Gamma, dejando inundaciones sobre todo en el oriente, no en Japón, en Tizimín, y ni siquiera nos habíamos repuesto cuando llegó otro negociante, llamado “Delta”, para terminar de llenar de agua muchas partes de nuestro hermoso Estado, incluida su capital; este fenómeno meteorológico nos vino a mostrar muchas cosas: de inicio al empezar a correr la información de que un huracán entraría a la península, comenzó a causar nervio en la gente, pero todo se desnegoceo cuando el gober Vila puso en su Faceboke que se cerrarían los negocios a las 6 de la tarde, y como si se fuera a acabar el mundo la gente se desbocó a las calles sin importar que el corona huiros todavía está en el ambiente, nuevamente los yucas que tienen mayor posibilidad económica vaciaron los supermercados, mostrando poca empatía y sacando más el beneficio personal, sólo que ahora pasarán varias semanas comiendo sopas, galletas y atún, y sin duda hay un sinnúmero de problemáticas que ha dejado expuesto este fenómeno natural, como las múltiples calles que fueron sobrepasadas por el agua y que el drenaje no ha sido suficiente. ¿Por qué no cumplieron su objetivo estos desagües?, ¿por no estar hechos de manera correcta?, ¿porque no les dan mantenimiento?, ¿o por la falta de cultura de  la sociedad que tira mucha basura?

Hemos visto un sinfín de quejas por calles inundadas de un fraccionamiento, pero volvemos a las mismas preguntas, y una más: ¿es culpa de la constructora, del Ayuntamiento o de los vecinos? Lo que sí nos demuestra esto es que hay mucho por hacer. Nuevamente el paso deprimido está inundado, no entiendo una cosa, ¿por qué el estacionamiento de un súper que está a unas cuadras de ahí no se inunda, aunque tiene más del doble de años de vida; sería bueno saber cuál es la verdad: ¿mala construcción?, ¿mala plantación? ¿o símbolo político?, creo que no lo sabremos pronto.

Otro huracán se vivió en la Cámara de Diputados, donde hubo jaloneo porque tenían que definir si se cancelaban los fideicomisos de diferentes áreas, como salud, deporte, cultura y ciencia, dando una humilde bolsa de más de 68 mil millones de pesos que pasarán a control total de Hacienda, donde decidirán cómo otorgarlos, esto con el argumento de que había mucha corrupción en la entrega, cosa que no dudo, porque tampoco era un secreto que muchos se repartían a amistades y con bjetivos políticos, pero yo me pregunto: si este nuevo gobierno es tan honesto, ¿no se pudo seguir entregando el dinero con la reglas de operación establecidas, pero supervisando que se haga de manera correcta, y no como se ha hecho desde el inicio de este gobierno que entrega dinero sin licitar? Los diputados de Morena, como chupatrusas, dieron el dinero para las personas, ¿o será para la campaña? Masinó que sí.