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El Teatro Regional ha sido una pieza importante en nuestro bagaje cultural, en él podemos ver a través de la escena las diferentes formas de expresar nuestro sentir, nuestra forma de pensar y cómo percibimos los yucatecos los temas que acontecen a diario, sin duda, un actor que fue un pilar importante en la historia de nuestro Teatro Regional fue don Héctor Herrera “Cholo”, quien después de llevar una gran carrera en la Ciudad de México, regresó al terruño para cargar sobre su espalda la responsabilidad de mantener viva está expresión artística. 

Don Héctor llegó a revolucionar el teatro al hacer muchos cambios en la forma de dirigir y presentar los montajes, incluso, cambiar el formato escénico dejando atrás las tandas para dar paso al género Revista, siendo “La Ciudad de la Chaya”, la primera que se realizó en el Teatro Herrera, dicho nombre era en alusión al entonces alcalde Gaspar Gómez “La Chaya”. Fueron muchas las noches llenas de sonrisas y de aplausos sonoros que recompensaban el trabajo en el escenario, ayer se cumplieron 11 años de su ausencia física, pero sin duda su trabajo retumba en la eternidad. Hoy a unos días de la fecha de su nacimiento, el 12 de agosto, cuando se entrega la medalla que lleva su nombre, se designó a Erik Ávila “Cuxum”. 

Como recipiendario de la medalla, es una gran satisfacción poder recibir esta distinción que reconoce la labor a favor del Teatro Regional. Tengo la fortuna de conocer a Erik y sé que desde temprana edad mostró un gran interés por esta expresión escénica y por las tablas, conforme transcurría el tiempo, las inquietudes se convirtieron en acciones y funciones en el escenario, desde un espectáculo de botargas, para de ahí pasar a formar una compañía de Teatro Regional Infantil, siendo grandes impulsores de ese amor al teatro, doña Norma y don Manuel, sus padres quienes le dieron todo el respaldo, e incluso, aún recuerdo muchas noches a Erik sentado en una butaca del Teatro Herrera, y en su mirada no solo se veía la satisfacción del alma que sonríe ante la comedia, se advertía esa llama que envuelve el corazón por amor a la escena, el tiempo transcurrió y con él Erik fue avanzando a paso firme, siendo Rey del Carnaval, elenco de algunas compañías, parte de algunos programas de televisión, hasta que decidió dar el gran salto, dejando atrás la compañía infantil para convertirla en una agrupación de Teatro Regional para adultos pero siempre con la comedia familiar. 

El camino no ha sido fácil, pero con base al esfuerzo, trabajo diario y sobre todo al amor a lo que se hace, siguió subiendo telones hasta lograr un gran sueño de fundar el Teatro Yucatán, el cual fue testigo de muchas noches de risas, de aplausos y también de momentos difíciles, pero que siempre se superaron por el amor al teatro. Hoy al tiempo y la distancia Erik tiene una compañía firme y que ha cosechado muchos éxitos y sé que vienen muchos en camino, hoy debes de sentirte sumamente orgulloso por lo que has hecho por el Teatro Regional, por cada preocupación, por cada lágrima, por cada libreto, por cada escena dirigida, por cada personaje al que le diste vida, por cada bomba, por cada vez que sonreíste al recibir los aplausos, pero sobre todo, por ese gran amor e impulso al teatro, recibirás justamente la medalla, me sumo a la felicidad y aplaudo de pie, masinó. 

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