Conferencia sobre lideresa maya Felipa Poot Tzuc

Edgar Rodríguez Cimé: Conferencia sobre lideresa maya Felipa Poot Tzuc

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“¿Puedes pasarme tu libro sobre Felipa Poot, para completar información por una conferencia virtual en el Museo de la Mujer el 14 de enero?”, decía el whatsapp del cronista de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, Carlos Chablé. Se lo envié y quedé pensando en “cómo se desenterró” la historia de esta lideresa y feminista, para hoy formar parte de los héroes de la Nación Maya.

Acostumbrados los “dzules” (españoles/criollos/ mestizos) a explotar y humillar a los mayas, consideraban a los rebeldes como verdaderos “antiCristos”. El caso de Kan Ek y el pueblo levantado de Cisteil, es ejemplar: el Rey-Dios es “atenazado” (torturado con tenazas ardientes), “desmembrado” (arrancado los miembros) y quemado. Cisteil, incinerado y rociado con sal para “evitar otra vez la vida en ese lugar”.

Hablando de Felipa, en pleno siglo XX, la afrenta a los “dzules” provenía de una mujer maya, por lo cual, una vez asesinada en una embocada -pues los sicarios no se atrevieron a enfrentarla cara a cara, porque ella acostumbraba, cual “soldadera revolucionaria”, andar armada- el Gobierno y los historiadores se encargaron de “enterrar” su gesta histórica.

Y casi lo logran. A fines del siglo XX, solamente las personas más ancianas del pueblo de Kinchil recordaban detalles de ese cobarde asesinato. Fueron antropólogos norteamericanos (Ben Fallaw / Katleen Martin) quienes investigaron en las noticias de la época y recuerdos de viejos kinchileños, para reconstruir la historia de la última heroína maya.

Detalle estético: en el libro publicado de Martin, junto con Beatriz Peniche, y editado por la Fundación Pro His-Pen, de Margarita Díaz Rubio, aparecen los dos rostros de las protagonistas: Elvia Carrillo Puerto (Peniche) y Felipa Poot Tzuc (Katleen), solamente en el caso de la primera, sí es genuino, pero en el caso de la segunda, está la foto de una persona desconocida en vez del bello rostro (era guapa) de la líder rebelde.

Otro detalle: a la hora de buscar fotos sobre esta lideresa, se supo que la única era la conservada por sus descendientes, de la que se obtuvieron fotocopias. Por lo tanto, resulta emblemático que el artista visual “Mare´”, haya pintado con aerosol un mural con la imagen de Felipa en la secundaria con su nombre en Kinchil, cuna de esta prócer maya.

Un detalle más: la actriz, escritora y directora de teatro maya María Luisa Góngora Pacheco, de Oxkutzcab, Yucatán, miembro del colectivo “Felipa Poot Tzuc”, escribió y ha presentado la obra sobre este importante personaje femenino. Armando Dzul Ek (+), también del colectivo, publicó la obra épica “La rebelión del rey Jacinto Uc de los Santos Canek Chichán Moctezuma”.

Ahora que mi ensayo histórico “Felipa Poot Tzuc: Heroína maya del siglo XX” (que integra información de ambos investigadores norteamericanos junto con detalles personales obtenidas de la familia), se incluyó en el libro “El “otro” héroe en América Latina”, editado por la Universidad de Bonn, Felipa pasa a formar parte de los “héroes indígenas” del continente americano.

Por eso, el mensaje de mi dzunu´um (hermano) Carlos Chablé me recordó el enorme honor de haber contribuido al rescate de la memoria histórica de esta feminista olvidada de Yucatán, que hoy se expone en recintos universitarios de aquí y allá.

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