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Enero comenzó rodeada de cumpleañeros y destaca Mérida, que llegó a los 478 años en el tope de la fama, con turistas que quieren venir a conocerla y muchos más quienes la buscan para hacer de ella su casa. Yo la quiero desde que nací, y aunque mi corazón gitano me ha llevado a vivir a otras ciudades del mundo, siempre regreso pensando que no hay nada como habitar en Mérida.

Como en todo hay personas que no opinan como yo y por eso me dediqué a leer un poco de lo que otros escriben y encontré blogs que explican las desventajas de vivir en la capital yucateca, donde la número 1 es el calor.

Son más de tres, de los que leí, los que aseguran que es una de la urbes más calurosas del país, con temperaturas de hasta 45 grados Celsius que dejan sensación térmica de más de 50, y agregan que hay que considerar las complicaciones de salud por deshidratación y otras afecciones derivadas de altas temperaturas. Quienes no están acostumbrados a los niveles de humedad quizá sucumban ante la idea de que no pueden respirar debido a la sensación que el dios sol les deja en el cuerpo.

Otro aspecto emanado de la convivencia con el calor, para ellos, es hacerte amigo del aire acondicionado que generará dos temas distintos. Uno ligado al bolsillo, ya que significa que la CFE atacará tu bolsillo con 25% más de lo que generaría el consumo de energía en otra ciudad, durante primavera y verano, unos seis meses. También debes contemplar lo que provoca el uso del bendito aparato como la resequedad nasal, o un resfriado provocado por los cambios de medio ambiente.

Y así continúan los temas, incluidos los huracanes, ya que Yucatán pertenece a una zona que está en riesgo siempre y que tiene una temporada de ciclones que comienza en junio y termina el último día de noviembre.

Los tres personajes a quienes leí en internet hablan de los mosquitos, de sus ataques, “daños a la piel” y enfermedades como dengue, zika y chicunguya. En fin, resulta que si se acaba el mundo y te vas a vivir a Mérida tienes que tener algunos cuidados.

Yo me he puesto a pensar, ante estos comentarios, en qué le regalaría a la ciudad para hacerla más amable a los ojos de los que vienen de otras latitudes. Le obsequiaría un sistema de movilidad eficiente que le permitiera disminuir las filas de automotores particulares en avenidas no preparadas para la cantidad de vehículoss que ocupan la ciudad.

A otro que quisiera hacerle un regalo más que especial es a mi papá que cumplió años y al que quiero muchísimo por haberme enseñado a amar esta urbe, aunque siga sus pasos viajeros, al que amo por darme la oportunidad de estudiar a pesar de no elegir una carrera que fuera de su agrado, por mostrarme cómo ser buen ser humano.

También aprovecho que es lunes para desear feliz Día de Reyes a todos. ¡Que sea feliz!

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