Más educados
El poder de la pluma
El tema del calentamiento global es sin duda alguna una de las ocupaciones de cientos de organizaciones que buscan mejorar las condiciones en las que vivimos con menos temperaturas o cambios extremos, como lluvias intensas o deshielo.
Los cambios ambientales no son exclusivos de esta generación, llevan siglos ocurriendo, pero no con la velocidad que se registran ahora, ni con con variaciones que representan un peligro.
Por eso cada 26 de enero se conmemora el día internacional de la educación ambiental con el propósito de identificar la problemática ambiental a nivel global y crear conciencia en las personas de sus efectos a fin de proteger el medio ambiente.
Los objetivos de la educación ambiental se dividen en conciencia, conocimiento, actitudes, capacidad de evaluación y, por supuesto, participación, el que más éxitos ha conseguído.
Debo decir que en los últimos años ha crecido el número de voluntarios que se inscriben para participar en distintas actividades relacionadas con la limpieza de las playas, zonas de esparcimiento, parques y demás, aunque también hay otras manifestaciones para demostrar solidaridad con alguna organización que persiga la ayuda a la conservación del medio ambiente.
Mención aparte merece Hunab, proyecto de vida, una asociación civil sin fines de lucro que en los últimos 25 años ha realizado una enorme tarea de educación que desde Mérida se replica todos los días en muchos sitios y está a cargo de Maritza Morales y muchos de sus alumnos que hoy son maestros de nuevas generaciones.
Ella dice que se ha dedicado a entrenar héroes para la abuelita tierra y a partir de la cantidad de premios que lleva en sus espaldas y el financiamiento que ha conseguído en infinidad de organismos, continúa con la tarea de seguir formando seres humanos comprometidos con el planeta.
En 2019 recibieron más de una distinción, como el premio al Mérito Ecológico 2018 que da el Centro de Educación y Capacitación para el Desarrollo Sustentable de la Semarnat y que ganó Hunab en la categoría de cultura y comunicación social por su labor.
Y no me alcanzarían las letras para reseñar cada una de estos nombramientos recibidos por pensar que son un semillero de líderes ambientales, es decir educar a otros en la defensa del ecosistema. Todos deberíamos de participar para conseguir una mejor calidad de vida con la aportación de un poco de tiempo que permita no desperdiciar energía, o bien no usar productos que afecten al medio ambiente del cual gozamos todos.
Yo mejor aprovecho que es lunes para desearle feliz cumpleaños a Julio Gamboa y Rígel Alonso y desearles que tengan una extraordinaria vuelta al sol. ¡Que sea feliz!