|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Llegó agosto y con el comienza el segundo semestre del año, el que se va más rápido, el que se brinca todos los días, el que te da sorpresas en los centros comerciales con el inicio de las ventas de artículos navideños en pleno verano y las fotos en las redes sociales de quienes protestaban porque aún faltaban muchas celebraciones que anteceden a la llegada de Santa Claus.

Pero 2020 es diferente, las prioridades han cambiado para la mayoría de los humanos en el mundo, aunque algunos seres traten de vivir como si nada hubiera pasado, siguen festejando el verano sin tener en cuenta que junto a ellos, en el mismo planeta en que viven, ocurre una pandemia, que por razones relacionadas con el tema gubernamental afectan el comercio, el producto interno bruto, el desarrollo de los negocios y mucho más.

Las cosas diferentes son muchas, la forma de convivir es la primera que voy a mencionar, ya que todo se ha vuelto una señal telefónica con vista a donde quieras; aquí sin temor a equivocarme puedo decir que el cielo es el límite. La segunda son los videos de las redes sociales que te muestran de forma natural la vida de quienes conoces en otros países, incluso otros continentes, donde también han transformado sus formas de vida.

Otra de la que tendría que hablar es la forma de trabajar, muchos son los que han permanecido en casa haciendo trabajo desde ahí, y son muchas las personas con las que he conversado respecto a las horas que se laboran desde el confinamiento porque estamos aprendiendo a hacerlo así.

En fin, creo que una de las cosas que más me llaman la atención es la forma en que los yucatecos han buscado caminos de sobrevivencia, aumentaron su creatividad, desarrollaron productos que pueden comercializar y les sirven para obtener alimentos.

Esos que dejaron de quejarse de todo lo que pasa a su alrededor, que no es menos para ponerse en acción a fin de mantener a su familia. La historia de quien enfrentado a la necesidad comenzó a cocinar para vender alimentos, quien dejó de hacer vestidos a fin de confeccionar tapabocas, quien diseña caretas para niños.

Los que venden verduras a domicilio, quienes crearon, manejan o trabajan con las plataformas para entrega de todo tipo de productos a domicilio, las muchas personas que tomaron el tiempo obligadamente libre para recolectar alimentos a fin de cocinar y de alimentar a los menos afortunados.

Y así las muchas buenas historias que los momentos que vivimos dejan. Esta semana escuché de la venta de hamacas que sigue para arriba, de panaderos que sin antes serlo ofrecen deliciosas hojaldras a quienes disfrutan de esta maravilla culinaria, y de los que todos los días siguen en las calles con los cuidados necesarios ayudando a quienes más lo necesitan.

Por eso hoy aprovecho que es lunes para agradecer a todos los que hacen una buena labor en favor de sus familias y la salud de todos. ¡Que sea feliz!

Lo más leído

skeleton





skeleton