Actos vemos... responsabilidades no sabemos
El poder de la pluma
Como seres humanos tenemos la costumbre de agobiarnos por situaciones diversas, que incluso, en ocasiones, no son nuestra responsabilidad. Seremos de carácter débil, de corazón enorme o de complejo de superhéroe, pero al final cada uno de esos actos que nos genera un determinado grado de estrés o tensión provoca malestar en nosotros y a veces en nuestro organismo. Lo primero que te tiene que quedar claro es que no puedes ser responsable por cuestiones que suceden en tu entorno y en las cuales tienes poca o nula injerencia. Por lo que tienes que sacudirte esta culpa para no enfermarte y evitar crecer y seguirte desarrollando.
Aquí te comento 5 casos que NO son tu responsabilidad:
1.- Los actos de otras personas.- Nada que realice otra persona, bajo ninguna circunstancia, es responsabilidad tuya. Obvio no hablamos de la gente que está subordinada a nosotros en una relación de trabajo. Pero, en la calle, cada quien es responsable de sus acciones.
2.- Las palabras de otras personas.- No puedes controlar las palabras que salen de la boca de otra persona, pues dichas palabras reflejan la forma de ser y pensar de esa persona en específico. Si alguien desea comentar algo, es bajo su propio riesgo, nadie tiene el poder de manipularte tanto.
3.- Los estados de la naturaleza.- Controlar si llueve o sale el sol, o si habrá calor o frío, nadie puede jactarse de hacer algo semejante, por lo que te invito a que te liberes de esa responsabilidad que a veces nos hace enojar incluso por cuestiones de no poder realizar algo debido al clima… ¿de verdad?
4.- Los sentimientos de la gente.- Cada quien siente lo que le nace, por lo que no puedes influir de manera directa, rápida y efectiva en una persona en cuanto a sus sentimientos. Imposible no es, pero lleva tiempo, dedicación y esfuerzo. Suelta esa responsabilidad que no te pertenece al igual que los sentimientos de la otra persona.
5.- La actitud de los demás.- Tu preocúpate, más bien ocúpate de tu actitud, pues del resto se ocupará cada quien. No permitas que te influya o perjudique la actitud de una persona, solo entiende y razona que no es tu problema, es de ella misma.
No te agobies por lo que no puedes controlar. Ocúpate de ser tú mismo y responsabilízate de lo que te corresponde.