Hablar... y no actuar
Aquí te menciono 5 puntos para lograr ser el peor en lo que haces.
Como seres humamos tenemos defectos que nos acompañan en el transcurso de nuestras vidas. Queremos ser personas que dejen huella o legado y, sin embargo, sólo hablamos de dientes para afuera, por lo que nuestros “intentos” siempre serán en vano para lograr nuestros objetivos. Y pongo la palabra intentos entre comillas, porque nos quedamos pasivos sin hacer gran cosa al respecto y consideramos que debemos hacer el mínimo esfuerzo para cumplir con lo que queremos y además pretender que la gente nos ubique como los perfectos o los mejores en lo que hacemos. Lo mismo sucede con nuestras empresas o la marca que manejamos en las mismas. Queremos que nos identifiquen como los mejores y nos dedicamos a cometer errores por la falta de acción específica en lograrlo.
Aquí te menciono 5 puntos para lograr ser el peor en lo que haces:
1.- Trabaja solo.- Las personas que creen que no necesitan de nadie, llámese maestro, “sensei”, colaborador o coach, están destinadas al fracaso. Si bien es cierto que requerimos tiempo a solas, para trascender siempre será mejor tener un guía que nos ayude en el camino.
2.- Dedícate a lo que te disgusta.- Trabaja en cosas que te desagraden y jamás lograrás resultados. No hay peor consuelo que decir: es lo que me tocó, sabiendo que está en ti cambiar el destino de las cosas que pretendes alcanzar en la vida. Sin pasión, no hay resultados.
3.- Dedícale poco tiempo.- No te desgastes pensando de forma estratégica e involucra tus sentimientos en el proyecto. No pienses inteligentemente y jamás realices planes para que tu mercado se entere de tu existencia.
4.- Deja de aprender.- No le dediques tiempo a tu aprendizaje y capacitación. No captes experiencia de cada proyecto vivido con anterioridad. No seas experto en el tema. Delega las partes importantes de tus ideas y no las ejecutes para que no vivas la experiencia que necesitas.
5.- Ignora a tu competencia.- No estés pendiente de lo que realiza tu competencia y deja que ella siempre proponga. No tomes en consideración la innovación para tu marca y sólo dedícate a copiar todo lo que aquélla haga. Etiqueta a tu competencia como rival e ignórala.
Ser el peor no conlleva ningún sacrificio, ni tampoco disciplina. Para ser el peor no hay que poner esfuerzo en nada. Siéntate a esperar tu ruina.