Sin felicidad... no hay beneficios
El Poder de la Pluma.
Cuando estamos armando un equipo de trabajo, sobre todo de alto rendimiento, pedimos algunas virtudes en su perfil de puestos que nos deberían ayudar a potencializar nuestra marca. Sin embargo, dejamos pasar algunas cosas, incluidas cuestiones de actitud, que al final pudieran servirnos mucho más que las aptitudes, y por otro lado, su felicidad.
Pareciera poco interesante saber lo que la felicidad de una persona pudiera aportar a nuestra organización, por eso hoy trataremos este tema con delicadeza y firmeza a la vez, pues los resultados y las respuestas te sorprenderán tanto, que les prestarás mucho más atención que antes.
Aquí te menciono cinco acciones que perjudican nuestra marca por una persona que NO es feliz:
1.- Disminuye la productividad.- Una persona que no es feliz, ya sea por su vida personal o profesional, no podrá nunca tener la productividad de alguien que se encuentra lleno de energía gracias a su felicidad. Esto suena lógico si tomamos en cuenta que la felicidad va directamente ligada a la actitud que se demuestra en la zona de trabajo.
2.- No se retienen clientes.- A una persona que carece de felicidad no le interesa ni importa si el mundo gira o no, simplemente se dedica a cumplir un horario y hasta cierto punto algunas encomiendas que, además de no hacerlas con calidad, no le interesa si ayudan o no a la organización. Ahora imagina si le interesa retener clientes para aumentar usuarios.
3.- Aumenta la rotación de personal.- Debido a un pésimo clima laboral ocasionado por este tipo de individuos, la rotación de personal es elevada y se invierte mucho tiempo y dinero en reclutamiento, selección y capacitación de empleados. Nunca alcanzan a desarrollarse porque se retiran antes.
4.- Disminuye la calidad del servicio.- Bajo este mismo esquema, el servicio de atención a los clientes, pre, durante y después de la venta se deteriora en la calidad. Esto debido a la falta de interés del personal mencionado con anterioridad. Si no hay felicidad, no hay interés en nada, menos en atender decentemente a alguien.
5.- Se deteriora la comunicación.- Las personas infelices se encierran en su mundo de burbuja y lo que menos desean es compartir o departir con alguien, por lo que esto provoca una falta de comunicación entre diversas áreas en la organización y una probable cadena de errores en los procedimientos.
Si ya te brincaste este paso de contratar gente feliz, realiza algo para que tus colaboradores sean felices contigo.