Pozoleando
El poder de la pluma
Recientemente, en una escuela de bachillerato de Felipe Carrillo Puerto, he disertado sobre comidas y bebidas mayas. Lo que se inició como una conferencia devino en una charla sobre una de las bebidas típicas de los mayas: el pozol o pozole, como suele llamársele. Esta bebida es de uso diario en muchas comunidades mayas e incluso en ciudades de la península; la más conocida es el pozol con coco endulzado con jarabe de azúcar.
La masa para el pozol tiene un procedimiento diferente del que se utiliza para la tortilla, ambas pasan por el proceso de nixtamalización, con la diferencia de que de la primera se elimina la cal para proseguir su cocimiento, luego de lavarse el maíz cocido, se muele con metate o con molino casero. Otra variedad de pozol es la que contiene cacao molido, su sabor es exquisito y se degusta solo o con azúcar, para hacerlo más espumoso se le agrega semilla molida de mamey. Algo parecido se produce en Tabasco, en donde todos estos ingredientes son mezclados con un molinillo, la bebida es conocida como chorote. En Chiapas he encontrado el pozol sin ningún condimento, es conocido como pozol blanco y se toma acompañado con panela o dulce de coco. En cualquier hogar de estas latitudes se encuentra este pozol blanco fermentado por semanas, para que la fermentación sea controlada se envuelve en una variante de la hoja de plátano y se amarra como pushcagua; según los lugareños esta bebida es un poderoso antibiótico natural contra enfermedades de origen bacteriano. Sí lo creo, porque al desnudarlo de las hojas de platanillo, la bola de masa se encuentra con un fino moho verde. A los niños se les obliga a tomarlo cuando presentan decaimiento.
Otra variedad de pozol es la que contiene camote, el dulce tubérculo cocido se muele en molino de manigueta y se mezclan; el olor es agradable y a la vista es espumoso después de ser batido a mano. Este también se toma agrio o acedo, pero se recomienda no hacerlo en un conclave familiar porque produce flatulencias descomunales. Además de ser nutritivo y calórico, dicen sus consumidores que les ayuda a expulsar los aires contenidos en los intestinos.
En Yucatán los campesinos mayas llevan su colación de mediodía consistente en una bola de pozol con coco que consumirán con chile maxito y sal. Ese alimento les permitirá terminar su jornada laboral.
Hoy he pensado que a veces se nos olvida que nuestra riqueza en bebidas tradicionales es abundantemente deliciosa.