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Las eficientes y, por supuesto, nada caprichosas diputadas estatales de Movimiento Ciudadano –uno de los partidos “satélites” por excelencia convenenciera en el país- reaparecieron después de su casi imperceptible ausencia, dizque por enfermedad, que les impidió estar en la votación del presupuesto de egresos 2019 que, al final, se aprobó con el supuesto y polémico voto de cuatro legisladores del PRI-nosaurio.

Pero el martes pasado, ambas dos (como dijera Cantinflas), o sea, Silvia López Escoffié y Milagros Romero Bastarrachea, se presentaron en la sede del Poder Legislativo y muy quitadas de la pena respondieron ante la prensa sobre su ausencia que, la neta, sirvió para dos cosas: para nada y para lo mismo.

De todas maneras, las dos chamaconas que militan en el partido naranjita, que lo más famoso que ha hecho en su trayectoria es el comercial político del niño indígena bailando un pegajoso “na, na, na”, dieron las caras –por cierto más regordetas, producto de la buena vida- y expusieron, a su manera, su ausencia.

Para empezar, Silvia América se puso muy digna: “Movimiento Ciudadano ha trabajado sin descanso para seguir dando resultados en beneficio de los ciudadanos”.

Y así por el estilo, Silvita siguió defendiendo lo indefendible: “No solamente acudimos a las 26 sesiones del pleno, sino también permanecimos en todas las sesiones de comisiones participando activamente y no calentando silla”, dijo en la entrevista con los reporteros, ávidos de conocer dónde estuvo la pachanga que se prolongó varios días con sus respectivas lunas.

O sea, como fueron a trabajar y se hicieron todas las “selfies” habidas y por haber, bien pueden tomarse el merecido descanso, a pesar de que era conveniente, que no vital, su presencia en la camarita de diputados del patio.

Pero la compañera de doña Silvia, la empresaria Milagros Romero Bastarrachea se portó todavía más “humilde” y acusó a diputados que han faltado más de cuatro veces.

“… Hubo otros partidos políticos que estuvieron ausentes durante las comisiones y que solo llegaron a hacer un show mediático… en un afán de figurar políticamente”, tal cual menciona conforme el boletín de prensa emitido por “na, na, na”.

Y se preguntarán: ¿por qué tanta alharaca con la ausencia de estas dos legisladoras que siempre se han caracterizado por sus caprichos, sean personales o políticos?

PRIMERA CAIDA.- Simple: de la lana de los ciudadanos, vía la temible Hacienda, salen sus dietas (vulgus, salarios y otras nada despreciables prestaciones en tiempos de austeridad) y lo menos que ellas pueden hacer es la finta de chambear.

SEGUNDA CAIDA.- Dicen las viboritas que fueron “maiceadas” para no asistir y poner en líos al PRI. Da igual: el Congreso pudo y puede trabajar sin “pex” con sus dos votos menos.

TERCERA CAIDA.- Algo no aclararon: ¿su ausencia fue por enfermedad? O… ¡por flojeritis aguditis!

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