En una añeja gráfica, quizá de unos 5 años atrás (no, menos, quizá 25 añejos), se observa a un icono de la política yucateca, para bien o para mal, aunque a muchos les arda –sobre todo a los PANuchos-, don Víctor Cervera Pacheco, presuntamente durante su campaña a la gubernatura para el sexenio 1995-2001.

Aunque también, posiblemente, estaba de gira en alguna parte de Yucatán o, chance, en Mérida. Es lo de menos.

Y un día como el martes 18 de agosto, pero de 2004, el famoso “Balo” Cervera partió al sitio donde, tarde o temprano, todos iremos a parar (ya sea con Covid-19; del puro susto al checar que la pandemia no cede en Yucatán; o por delirios ante la Santa Inquisición de la Ley Seca), víctima de un infarto. Ahora se habría dicho que falleció por C-19.

Como todos los años, el poco priismo que todavía queda en Yucatán –con excepción de sus verdaderos militantes- le rindió un sencillo homenaje, ahora también de manera virtual, ante la contingencia sanitaria al celebrar el decimosexto aniversario de su fallecimiento.

Una pregunta fuera de contexto: ¿llegará el momento en que también vayamos al baño a wixar y a “cacaraquear” vía on line? En fin…

Independientemente de las demandas del PRI-nosaurio hacia las autoridades gubernamentales y que, la neta, están faltas de cualquier matiz opositor vehemente (lógico: el RIP nunca ha sabido ser oposición, no está en su ADN), los tricolores de antaño y los actuales pueden echar un ojo a una foto que circula en las redes para identificar, además de don Víctor Cervera Pacheco, a otros cuatro “grillos” que también figuran por allí.

Tres de ellos están en primer plano de la imagen, por supuesto, más jóvenes; el otro figura un tanto más atrás. Es sencillo.

Y, después de todo, 16 años sin Víctor Cervera Pacheco se dice fácil, pero sin duda es una figura política que muchos recuerdan todavía y recordarán.

Dos veces gobernador del Estado, directivo de agrupaciones tricolores y “ministro” en la gestión del vendedor de ilusiones, Carlos Salinas de Gortari. Pues no fue poca cosa con perdón de sus detractores.

La historia lo juzgará (parafraseando a Fidel Castro Ruz).

PRIMERA CAIDA.- ¿Cuántos de los ahora priistas, al menos que dicen ser todavía del tricolor, recuerdan, quizá, al que fuera el más representativo símbolo del otrora partidazo en Yucatán?

SEGUNDA CAÍDA.- Uno que otro ciudadano afirma que Cervera Pacheco no hubiera impuesto ley seca en Yucatán durante la pandemia del C-19. ¡Por Dios! ¿Sólo saben pensar en chelas?

TERCERA CAÍDA.- Si el PRI estatal no está conforme con las medidas anti-coronavirus impuestas por las actuales autoridades locales, pues propongan algo sensato. Pero nada. Están bien callados. Luego no se quejen.