APUÑALADOS HERIDOS. La odontóloga y poeta Silvia Hoyos Schlamme nos envía una curiosa noticia publicada en un diario local: “Sospechoso de apuñalar el sábado pasado a dos empleados del Museo de Arte Moderno de Nueva York (Moma) que resultaron heridos, fue detenido en Filadelfia”. Con ironía la Dra. Silvia nos pregunta: ¿Esos empleados del Moma podrían resultar ilesos después de ser apuñalados?

Para hablar y escribir con propiedad es bueno consultar el DLE. Veamos. Apuñalar: dar de puñaladas. Puñalada: golpe que se da clavando el puñal u otra arma semejante; herida que resulta de este golpe. Según estas definiciones, una persona apuñalada es la que ha sido herida con un puñal. Aquí tenemos una reiteración de conceptos; con decir “apuñalados” se entiende que esas personas resultaron heridas. Estamos en presencia de un pleonasmo.

¡Manos a la obra! Cargamos la honda con grueso pedrusco, tensamos las ligas, las soltamos, el guijarro se impacta en la cabeza del gazapo, los efectos del golpe son definitivos y guardamos en el zurrón el primer ejemplar del día. Gracias, apreciada amiga.

UN ESPECTACULAR. Para enterarnos de las noticias, en días pasados sintonizamos uno de los muchos canales de la televisora del Ajusco. Pronto nos vimos una información alarmante: Causa daños la caída de un espectacular.

Tanto el redactor del título como el locutor cometieron un barbarismo al emplear como sustantivo el adjetivo “espectacular”. El Diccionario de la Lengua Española atribuye a “espectacular” los siguientes significados: “Que tiene caracteres propios de espectáculo público; 2. Aparatoso, ostentoso”. Debió de escribirse -y también de decirse-, “Causa daños la caída de un anuncio espectacular”.

Un trabajo más para la resortera. Una espectacular pedrada sale con dirección al gazapo, cobramos la pieza y la depositamos en el morral.

UNA PRESENTACIÓN PARA PRESENTAR. Un batidor anónimo nos envía el recorte de un diario local con la fotografía de dos importantes directivos de una empresa de automotores “durante la presentación de las camionetas Wagoneer de Jepp, que hoy serán presentadas”. ¡Oh, qué sorpresa! ¡Se realizó una presentación para presentar esos vehículos! El escrito adolece de pobreza de vocabulario.

Quienes de manera profesional se dedican a escribir deben de expresarse de modo correcto, con un acervo lingüístico aceptable. Esto únicamente lo conseguirán con la lectura constante de buenos libros, nada de El Libro Vaquero, los cómics y mucho menos el Internet.

El tirahule lanza un fuerte disparo, el proyectil se impacta con dureza en la monotonía del lenguaje, cae el bonito ejemplar, lo guardamos en el sabucán y damos por terminada la experiencia cinegética.

Hasta el próximo tirahulazo.