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Esta vez el contador público Juan López Rodríguez nos remite un gazapo doble, tomado de un periódico local: Perrita por poco se degolla el cuello con una soga al sur de la ciudad. En esta expresión hay una falta de ortografía y un pleonasmo en solamente cuatro palabras.


Veamos. Degollar es un verbo irregular cuyo significado es cortar la garganta o el cuello a una persona o animal y se conjuga como el verbo contar, es decir, en vez de la o se utiliza el diptongo ue, con diéresis en la u. Por lo tanto, el presente de indicativo del verbo degollar es degüella. La palabra degolla no existe. Primer error.

Ya mencionamos que degollar es cortar la garganta o el cuello; decir que la perrita por poco se degolla (degüella) el cuello es un evidente pleonasmo por usarse más palabras de las necesarias para entender la oración.

Echamos mano de la resortera y un buen pedrusco, como lo amerita la pieza descubierta por don Juan López Rodríguez. Gracias por el gazapo, mi buen amigo. Afinamos la puntería, soltamos el “cuerito” y la singular pieza termina en la alforja.

BAJAS TEMPERATURAS FRÍAS

De nuevo con la resortera a la mano ojeamos un periódico local de alta circulación y nuestra vista se detiene en una noticia interesante. Según el redactor de ese diario, el meteorólogo de la Uady “pronosticó un fin e inicio de semana fríos y recomendó a la población usar ropa abrigadora que les proteja de las bajas temperaturas frías. También recomienda a las personas cubrirse con suéteres y chamarras, ya que la tarde y la noche será fresca y se sentirá lo que los yucatecos llaman “la heladez”.

Aquí hay otro gordo ejemplar con doble infracción a las normas de la gramática. Eso de las bajas temperaturas frías es un error de redacción conocido como pleonasmo, por utilizarse más palabras de las necesarias para comprender el significado de la cláusula. Debe decirse sencillamente las bajas temperaturas, o las temperaturas frías.

Muy común es la inobservancia de la regla gramatical de hablar o escribir con concordancia en género, número y caso. En la oración mencionada, si los sujetos son dos -la tarde y la noche-, el adjetivo no debió ser singular sino plural: la tarde y la noche serán frescas.

A menudo vemos en la prensa u oímos por la radio distintos anuncios en los que se dice: este sábado y domingo. Eso es una falta de concordancia en el número.

Lo correcto es: estos sábado y domingo; o este sábado y el domingo; o también, hoy sábado y mañana domingo.

Entra en funciones la honda. Un guijarro de buen tamaño impacta al doble error y el gordo gazapo reposa en el sabucán.

Hasta el próximo tirahulazo.

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