La otra historia
El poder de la pluma
El 25 de marzo de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador solicitó al rey de España Felipe IV y al papa Francisco -al que dice admirar- que pidieran perdón a los pueblos originarios de México por los abusos cometidos durante la conquista del país, hace 500.
El tema de la conquista de México hace renacer sentimientos patrióticos, pero además le sirve a López Obrador como una narrativa que tanto le gusta construir para marcar dos grupos el de los buenos y el de los malos.
Al exigir a dos jefes de Estado que pidan perdón, López Obrador recalca que hace 500 años “hubo matanzas, imposiciones. La llamada conquista se hizo con la espada y con la cruz”.
En la historia nacional existen muchos mitos y narrativas; el triunfo de los peninsulares comandados por Hernán Cortés se concretó gracias a la alianza que realizó con los pueblos originarios que eran subyugados por los aztecas, como es el caso de los tlaxcaltecas y los totonacas, entre otros.
Desde antes de la llegada de Hernán Cortés, en Tenochtitlan y Mesoamérica ya existía la esclavitud, el sometimiento de los pueblos que tenían que pagar tributos al imperio azteca que tenía en esos momentos como gran tlatoani al señor Moctezuma.
En La historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Bernal Díaz del Castillo describe el encuentro entre el cacique gordo de Cempoala y Hernán Cortés: el primero expone sus quejas contra Moctezuma: “Cada año les demandaba muchos hijos e hijas para sacrificar, y que ahora les demandaba veinte indios e indias para sacrificar a su dios Huichilobos, pero además tenían que tributarles”. Al escuchar esta narración, Hernán Cortés les aseguró que ya no tenían que pagar tributos y que ellos enfrentarían a Moctezuma.
El maestro emérito del INAH Eduardo Matos, en una publicación en la revista Arqueología Mexicana, nos recuerda que la economía mexica tenía tres pilares: la agricultura, el comercio y la guerra. Los mexicas sometieron a una cantidad de pueblos que eran obligados a pagar tributo a Tenochtitlán, para los mexicas la guerra era un medio esencial para capturar a los enemigos y sacrificarlos a los dioses. De no ser así, el sol detendría su marcha, con fatales consecuencias para la humanidad; esto refleja el interés de tomar vivos a los enemigos. Una de las maneras de ascender de estatus en la sociedad mexica era capturar enemigos.
Ojalá que en el marco de la conmemoración de los 500 años de la conquista se analice la historia y se superen los mitos, ya que México como país lo es a partir de 1821. No ignoramos la barbarie del conquistador Hernán Cortés, pero no quiso, en su afán de buscar oro, cometer los errores de Cristóbal Colón que ya contaremos.