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El monitoreo a largo plazo del programa ecológico en la costa de Yucatán que realiza la UNAM busca entender las relaciones de la comunidad de los peces con sus deprededoras las aves para conocer el funcionamiento del ecosistema. Este monitoreo es en el sistema lagunar La carbonera de Sisal que está en un área natural estatal protegida en donde existen ciénagas; es un sitio donde las actividades humanas son mínimas, es pequeña y tiene una superficie de 4.5 km cuadrados, señaló Xavier Chiappa, profesor e investigador de la UMDI-Sisal de la UNAM.

Esta laguna se formó a finales de la década de los 80 del siglo pasado a consecuencia del impaco de los huracanes Gilberto e Isidoro, y permite entender los mecanismos de colonización de cierto conjunto de especies que no podían acceder a la laguna desde el mar y la manera en la que aprovechan ese hábitat.

El monitoreo se realiza con las siguientes aves piscívoras Ciconiiformes: garza blanca, garceta pie dorado, garceta rojiza, garza cucharón, espátula rosada, ibis blanco; Suliformes: cormorán bicrestado u orejudo y cormorán oliváceo o neotropical. De las 65 especies de peces sólo cinco son importantes para la dieta de las aves en La carbonera: bolín petota, bolín yucateco, abanderado, guayacón yucateco y sardinilla gigante; son endémicas y están restringidas en algunas áereas de la costa norte de Yucatán.

Los estudios que se han hecho en laboratorio muestran que esta laguna alberga el 6% de la riqueza de especies de peces que se ha reportado en México, es un hábitat importante para ese grupo de peces y también para un conjunto de aves que la utilizan de forma esporádica durante los vuelos migratorios o de manera permanente y son importates depredadoras de los peces que ahí habitan; estas piscívoras –que se alimentan principalmente de peces- son indicadores del estado de conservación de los sistemas costeros , ya que se ubican en los niveles más altos de la cadena alimentaria y son muy suceptibles a los cambios del hábitat; el éxito de su anidación indica la salud de este ecosistema.

En la microbiota de los humedales costeros de Yucatán la biodiversidad bacteriana es asombrosa, ya que se identificaron secuencias de DNA nunca antes vistas. Los phyla presentes muestran la importancia de este ambiente, como las actinobacterias que descomponen la materia orgánica, las proteobacterias que incluyen una gran variedad de patógenos y bacerias responsables de la fijación del nitrogeno; actualmente la UNAM en Sisal estudia las bacterias como futuros fármacos para comabatir el cáncer cervicouterino .

A pesar de que uno de los obstáculos para la coexistencia de varias especies es que tengan dietas similares y traslapes tróficos, existen mecanismos para permitirla en un ambiente como el de La carbonera, espacialmente pequeño, hidrodinámicamente intenso en los diferentes periodos de año y con particularidades de la produccion primaria. También se sustentó la presencia de microorganismos patogénicos en la costa, lo que indica que no existen zonas inalteradas en Yucatán.

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