La historia nos enseña que las alianzas entre los pueblos pueden ser benéficas para los estados, la ya conocida historia de la corona española y la inglesa es una muestra de que hacer pactos puede evitar derrotas futuras. Basta recordar que al regreso victorioso de Colón de su primer viaje, Juan de Portugal advirtió que las tierras que se acababan de descubrir le pertenecían. Los Reyes Católicos rechazaron esta pretensión y consiguieron que el Papa dictara las Bulas Alejandrinas. Lo estipulado por las bulas se ratificó, en 1494, con el Tratado de Tordesillas que reafirmaba la exclusividad española de las tierras al oeste del meridiano señalado, aunque por petición del rey portugués se cambió la línea a 370 leguas al oeste de Cabo Verde.

El rey de Francia, Francisco I, cuestionó la declaración papal y cómo había dividido el mundo. El rey de Inglaterra, Enrique VII, consideraba que su prioridad era consolidar la alianza matrimonial con España. En 1501 Catalina de Aragón, hija menor de los Reyes Católicos, se casó con Arturo Tudor, y aunque el consorte real murió seis meses después de la boda, la alianza se mantuvo. En 1509, la viuda española se casó con el rey de Inglaterra, Enrique VIII, quien había ascendido al trono. Enrique VIII defendió fervientemente al catolicismo y acusó a los luteranos. En 1534 rompió con Roma, se declaró cabeza de la Iglesia Anglicana y se enemistó con España al divorciarse de Catalina de Aragón para casarse con Ana Bolena. Durante el reinado de María Tudor las tensiones entre Inglaterra y España no fueron tantas, pero cuando en 1558 María murió y su media hermana Isabel subió al trono, las rencillas se recrudecieron (Idem). Las políticas monopólicas de la corona española la debilitaron, ya que no pudo poner orden en sus nuevas tierras ultamarinas y otras potencias como Francia e Inglaterra la superaron.

Puesto esto en contexto, en le plano local si bien es cierto que el PAN en la pasada elección fue el gran ganador por su triunfo en 14 de los 15 distritos locales, no debe minimizar la votación de sus dos cercanos competidores, por ejemplo, los resultados de las elecciones para diputados quedaron de la siguiente manera, PAN 365,954; PRI 233,010; Morena 258,259, si sumamos la votacion del PRI y Morena dan la cantidad de 491,269 lo que hace que una diferencia de 125,315 sufragios con el PAN.

En el triunfo de la llamada “Joya de la Corona”, la alcaldía de Mérida, el candidato del PAN, Renán Barrera, quedó en primer lugar con 163,844 sufragios, en segundo sitio PRI-PRD con 92,707 y en tercera posición Morena 82,707. Si se suma la votación del PRI y Morena hacen una cantidad de 175,414 con tan solo una diferencia de 11,570 votos a favor de estos dos Institutos Políticos. Solo recordemos que en el 2018 en las elecciones municipales de Mérida, Renán Barrera obtuvo 211,030, en 2021 disminuyó 47 mil 186 votos.

El PRI se convertirá en el fiel de la balanza, no en balde el presidente Andrés Manuel López Obrador quiere entrar en negociación política con los tricolores para que le aprueben sus reformas, pero el dirigente nacional Alejandro Moreno ha sido muy claro en decir que su partido tiene una agenda conjunta en la alianza con el PAN y PRD.

En Yucatán el PAN tendrá que poner sobre la mesa y analizar ¿con quién hará alianza política?, si desea conservar su lugar en el Palacio de Gobierno, ya que solos la tendrán más difícil.