Los viajeros
Freddy Heredia: Los viajeros
“Viajeros por el mundo maya” es una colección integrada por libros de ensayos sobre visitantes que por diversas razones y en distintas épocas han llegado, andado o partido de territorios que forman parte de lo que hoy conocemos como Yucatán, Campeche, Quintana Roo y Guatemala esta importante serie de obras es dirigida por la Dra. Carolina Depetris de la UNAM.
Entre las historias que se narran está la de Emanuel von Friedrichsthal, cuyo principal mérito reconocido por sus contemporáneos fue el haber sido el primer viajero extranjero en describir con criterios protoarqueológicos las ruinas de Chichén Itzá y hacer de ellas daguerrotipos, así como difundirlas en Estados Unidos y Europa. Este personaje cuando llega al sureste mexicano lo hace con la recomendación del barón Alexander von Humboldt.
Emanuel von Friedrichsthal nació el 12 de enero de 1890 en Brünn, territorio del Imperio austríaco, en el seno de una familia de la nobleza. Estudió en el Theresianum de Viena, la academia en la que los nobles se formaban para ejercer la burocracia imperial, pero renunció a estas actividades con el fin de coleccionar objetos de historia natural, sobre todo de botánica; luego, realizó investigaciones geográficas y arqueológicas, las cuales presentó ante la Royal Geographical Society de Londres y la Academia Royale des Incriptions et Belles-Letres de Paris. Esta última publicó en 1841 sus observaciones con el título “Les Monuments del’Yucatán”.
Desde Bacalar se dirigió a la ciudad de Mérida, vía el puerto de Sisal. Luego pasaría a visitar la ciudad de Valladolid y exploraría los sitios arqueológicos de Uxmal, Aké y Chichén Itzá, aunque le fue imposible visitar las ruinas de Izamal, ya que se los impidió, por razones desconocidas, el dueño de la hacienda donde estaban ubicadas.
Según Friedrichstal, los constructores de las ruinas mayas pertenecían a una raza caucásica en apariencia, explica que se trataba de una estirpe con grandes conocimientos matemáticos y arquitectónicos, cultivadora de granos, provenientes del norte que huyeron de enemigos poderosos y que esclavizó al pueblo de origen, por eso no podía descartarse el principio tolteca de los mayas.
El intelectual Justo Sierra O’Reilly lo invitó a que dichas tesis por escrito las expusiera en el Museo Yucateco, que publicó bajo el título “Sobre los que construyeron los edificios yucatecos y sus antigüedades”.
La rivalidad entre el Friedrichstal y John L. Stephens tiene origen en que el segundo afirmaba que los monumentos habían sido construidos por las razas que ocupaban el país en la época de la invasión de los españoles o por algunas no muy lejanas de sus progenitores, los intelectuales yucatecos decimonónicos compartían la idea que los indígenas que les rodeaban no podían ser descendientes de los antiguos pobladores que construyeron las pirámides, ya que no guardaban memoria alguna de tan glorioso pasado ni los conocimientos científicos de dicha civilización.
Friedrichsthal había hecho un llamado a los yucatecos para que tomasen en serio el patrimonio prehispánico y encontrasen respuesta sobre los orígenes de sus constructores.