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Los cambios en la estructura de la comunidad microbiana del sedimento (suelo) de los cenotes costeros e interiores de un ecosistema kárstico de la Península de Yucatán son muy interesantes de estudiar, considerando factores como la posibilidad de que tengan arriba una columna de agua con una capa de agua dulce y también marina, dependiendo de qué tan cerca o lejos se encuentre de la costa.

“Nosotros los estudiamos porque dentro de esa comunidad microbiana la comunicación entre esas bacterias se hace con química, moléculas que se producen por un organismo que le sirve para avisarle a otro, y entre esas moléculas existen compuestos que pueden ser antibióticos, anticancerígenos o antirretrovirales”.

El estudio empezó con la Universidad de Rockefeller en New York, para explorar el fondo de los cenotes como una fuente de nuevos antibióticos, eso han estado haciendo en los últimos cinco años, visitando todos los cenotes de alrededor de la península, lo que les ha permitido ver que justamente cada uno de los cenotes puede llegar a ser muy distinto al resto, en algunas localidades, al interior de los cenotes, los microorganismos son muy característicos, son únicos en cada lugar, precisó la Dra. Alejandra Prieto Davó, catedrática de Química de la UNAM en Sisal.

También estudian la ecología de estos microorganismos, lo primero que hacen es caracterizar los cenotes para saber qué tipo de microorganismos se encuentran y cuáles funciones ecológicas podrían estar desempeñando. Sus estudios y los buzos que participan se adentran en las cuevas para recoger muestras de sedimentos para luego estudiarlos, la ventaja es que es muy escasa la influencia humana para acceder al fondo que no ha sido estudiado, pero de manera indirecta si hay influencia antrópica, ya que las aguas pueden llegar a traer contaminantes, aportes de otros sitios del acuífero, por lo general la gente que va a los cenotes permanece en la zona abierta y descubierta en donde hay comunicación con el aire y la luz.

El río subterráneo más grande del mundo se encuentra en la Península de Yucatán, por lo tanto, creíamos que la comunidad microbiana sería homogénea o parecida, porque esta zona tiene características ambientales muy similares, pero los estudios nos revelaron que no, que cada cenote es diferente a pesar de que hay una corriente principal que va desde la parte sur de la península a la salida al mar.

En la península que es muy kárstica, hay muchos carbonatos de calcio -como la arena-, que es muy fácil de erosionar, de hacerle hoyos, esto es lo que pasa con los suelos cuando penetra el agua un poco ácida y genera huecos. En las zonas locales a pesar de que el flujo del río subterráneo, que es del centro y desemboca hacia el mar, en la parte local el flujo es muy dinámico y cambiante. Los sedimentos de los cenotes que están en el interior del Estado tienen presencia de nitrógeno, mientras que los cercanos a la costa tienen azufre.

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