'Campeones' en diabetes y obesidad
El poder de la pluma
De acuerdo con reportes oficiales, tres enfermedades agravan notoriamente el índice de mortalidad del nuevo coronavirus denominado Covid-19, causante de la pandemia que ha desquiciado al mundo: la obesidad, la diabetes y la hipertensión arterial, problemas que registran altos niveles en la población mexicana. Sabemos de las implicaciones que conllevan esos males, y la gran mayoría de quienes padecen alguno de ellos hacen caso omiso de las campañas y advertencias que periódicamente lanzan las autoridades sanitarias para que tomemos conciencia de que hay que cuidar más lo que comemos, bajar de peso y hacer ejercicio.
Las cifras de contagiados y muertos por el Covid-19 en todo el mundo tienen que llevarnos a pensar en que ya no podemos seguir haciéndonos los tontos y creer que obesidad, diabetes e hipertensión son males que podemos ignorar, y que aun cuando por lo general no ocasionan síntomas graves, es completamente necesario reducirlos al mínimo en nuestro cuerpo, o desaparecerlos.
Así como señalamos que las autoridades a veces tienen la culpa de que no se prevengan o de que se agraven males perniciosos, que abren la puerta a otros peores, así tenemos que reconocer que hombres y mujeres adultos, y los niños menores y las personas que rebasan los 60 años, son los más vulnerables al citado virus y son, por tanto, quienes mejor y mayor asistencia sanitaria deben recibir. Este último punto prácticamente no se menciona en las campañas oficiales, y eso quizás se deba a que ninguna empresa quiere reconocer que durante mucho tiempo ha desobedecido las leyes y reglamentos relativos a la sanidad y seguridad laborales.
Como sea que haya sido, después del Covid-19 tenemos que sentarnos todos a analizar y meditar acerca de lo que nos está pasando con el multicitado virus, y definir cuáles medidas sanitarias tenemos que aplicar sin dudarlo, y también qué hábitos sanitarios y económicos son los que debemos inculcar en nuestros niños y adolescentes desde sus primeros pasos en las escuelas, sin olvidar desde luego la gran responsabilidad que tienen los padres y madres en sus hogares.
Uno es lo que come, advierte conocida frase, que hasta ahora hemos repetido sin darle la importancia que debe tener. Después del impacto (que durará de 2 a 3 años, por lo menos) del Covid-19 varias cosas tendremos que haber aprendido y deberemos aplicar en nuestra vida.
Obesidad, diabetes e hipertensión arterial no son males para minimizar, eso debe quedar claro. Y claro también tiene que ser nuestro propósito de alejarnos de los sitios “de honor” que tenemos los yucatecos en las listas de incidencia de esos tres problemas de salud, que han resultado ser muy buenos compañeros del nuevo coronavirus. Alejarnos de ellos debe ser nuestro nuevo objetivo, más claramente porque ya vimos cómo amenaza verdaderamente nuestra vida, ¿no le parece?