La corrupción sigue viva, afirman los números
Gínder Peraza Kumán: La corrupción sigue viva, afirman los números
Dos de los problemas más importantes en lo que va de este sexenio siguen siendo, como ya muchos hemos señalado, los siguientes: 1) que la lucha contra la corrupción es más un discurso engañabobos, que una realidad; y 2) que hay una muy peligrosa tendencia a gastar el dinero público como si nunca fuera a acabarse y, además, sin informar detalladamente de su destino.
Observamos lo que hacen principalmente los funcionarios de la mítica 4T, o “Cuarta transformación”, y vemos que no hay cambios respecto a los sexenios previos: El dinero que aportamos como contribuyentes es dilapidado y robado como si nunca fuera a terminarse, pese a que ya queda poco.
Todo lo que hemos dicho en las líneas previas queda chiquito ante la realidad, como constatamos una vez más al leer en la prensa escrita y algunos otros medios más, el lunes 21 de febrero, los resultados de las revisiones que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) hizo sobre la cuenta pública de 2020.
El reporte de dos años puede verse como un recuento de los latrocinios cometidos en todos los ámbitos de la vida nacional. Por ejemplo, las principales obras de la actual administración, es decir, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (en la CdMx), la refinería de Dos Bocas y el tren maya presentaban deficiencias en su proceso de ejecución, con sobrecostos y retrasos muy importantes.
En la 4T la corrupción va viento en popa. Por ejemplo, se descubrieron precios muy inflados en la construcción de la torre de control del AIFA, y pagos que no cumplen las reglas hechos a varias empresas. En el caso de Dos Bocas las “observaciones” alcanzan los 59.2 mdp, principalmente por costos inflados y salarios para supuestos profesionales irregulares.
Tampoco en el tren maya trabajan hermanitas de la caridad, pues ahí las “observaciones” suman 256.1 mdp, sobre todo porque se hicieron pagos adelantados, entre otras cosas.
Si uno lee entre líneas el reporte de la ASF, puede quizá hacer un pronóstico de cómo va a terminar este sexenio. Por ejemplo, a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural le hicieron “observaciones” por 8 mil 920 mdp, lo que se registra en medio de peligrosa crisis productiva en el abandonado campo. En la Secretaría de Salud, cuya labor es tan importante ahora que hay pandemia como lo es siempre, “desaparecieron” 2 mil 728 mdp, y en la Secretaría de Bienestar “sólo” les faltó explicar qué hicieron con 1,116 mdp. Y ahí están muchos de los que quieren repetir en el siguiente sexenio, para “perfeccionarse”.
¿Cómo pueden asimilar los ciudadanos de los diversos sectores todos esos robos al erario, es decir, a los bolsillos del pueblo? De cómo asuman esas presuntas raterías cada uno de los sectores sociales depende que la 4T siga expoliando a los mexicanos, o al fin demos un viraje de 180 grados en el avance de la nación. ¿Cuál opción ve usted más probable?