Verdades ocultas en la prensa yucateca

Gínder Peraza Kumán: Verdades ocultas en la prensa yucateca.

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Son las 5 de la mañana en la casa solariega que mis suegros les dejaron a sus cuatro hijos en Dzilam González. Afuera todavía está oscuro, pero se escucha ya el paso de algunos vehículos de carga pequeños que van rumbo a las parcelas y los ranchos para tratar de ganarle al sol y que la jornada les rinda. Vaya, es tan temprano que ni siquiera ha comenzado el delicioso, cotidiano concierto de aves con que amanece aquí casi todos los días.

Quizás se pregunte usted qué hace que un casi viejo periodista de 64 años esté escribiendo a esta hora. Pues es que desde que empecé a leer “Interiores. El ocaso de un gigante”, el nuevo libro de mi amigo Manuel Triay Peniche, hijo predilecto de Espita, tengo la sensación de que al fin, tras muchos decenios de “ocultamiento”, de pena, vergüenza o simple discreción, al fin empieza a conocerse la verdad tantos decenios ocultada detrás de las noticias, opiniones o comentarios que nos entrega todos los días la importante y a menudo poderosa batería periodística que da servicio a los yucatecos.

Si alguien conoce los entresijos y entretelones que se manejan en el mundillo periodístico local ése es Triay Peniche, quien como nos contó en su primer libro, “Historias del poder en Yucatán” (en el que compartió créditos con Gastón Lamberry), a nombre del Diario de Yucatán y por encargo del entonces director de ese medio se reunió, discutió y tomó acuerdos con los más destacados funcionarios y políticos de nuestro estado o que vinieron a trabajar a nuestra entidad.

En “Interiores…” aborda una serie de temas o asuntos que en su tiempo –algunos siguen vigentes– polarizaron la atención de los yucatecos, o sirvieron para exponer o de plano esclarecer temas muy importantes para el estado, desde casos flagrantes de corrupción, hasta presiones políticas, promoción de mentiras y desvío de multimillonarios recursos del erario.

Su servidor tuvo la oportunidad de trabajar dos temporadas con un total de 26 años en el apodado Didy, y también el privilegio de laborar para Grupo SIPSE, el más importante conglomerado de medios de comunicación –prensa, radio, televisión y plataformas digitales– en el Sureste. Por eso nos parece obligatorio opinar sobre el nuevo libro de Triay, aportando apuntes, opiniones y testimonios que complementen algunos de los temas más candentes y polémicos que se abordan en la nueva obra. No le vamos a enmendar la plana al señor Triay, cuyo trato amable, capacidad de empatía y conocimiento del medio periodístico están fuera de duda, sino sólo a añadir algunos puntos aparentemente relegados, de modo que complementen lo ya escrito.

Buena parte de lo que diremos difícilmente podrían relatarlo otras fuentes, porque no estuvieron en el momento en que las cosas sucedieron. Ténganos un poquito de paciencia y ya verá que la historia cotidiana que incluye nuestra prensa local casi nunca es exhaustiva, sino al contrario, deja muchos huecos destapados.

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