¿Signos de recesión?, pues tomen ya medidas
Gínder Peraza Kumán: ¿Signos de recesión?, pues tomen ya medidas.
Hace algunas semanas me referí en uno de mis artículos a la palabra recesión, que en expresión llana significa que un país ha entrado en un proceso que implica la disminución de la actividad comercial e industrial, lo que a su vez conlleva un descenso de los salarios y por ende también de los beneficios que genera la muy importante misión de invertir , con la cual se puede hacer realidad la generación de los bienes y servicios que requiere la sociedad, además de establecer nuevos empleos que hacen falta para que los trabajadores de las nuevas generaciones se unan a la actividad económica formal.
Hace poco, quienes observan la evolución de la economía mundial, y de la mexicana en especial, se preocuparon cuando el Banco de México aplicó un par de aumentos en las tasas primas de interés, buscando con ello encarecer el dinero –o sea, los préstamos–, con el declarado doble propósito de frenar un presunto “recalentamiento de la economía”, que ya había producido una inflación general de poco más de 7%.
Haga Ud. un esfuerzo de memoria, consulte el asunto con un amigo de ésos a quienes les encanta resolver acertijos con números, y trate de que le aclaren si la inflación anual de 2022 todavía puede cerrar a una tasa menor que ésa de 7% que nos están preparando para que traguemos.
La recesión de la que ya nos empiezan a hablar, la carestía o inflación con la que ya nos quieren familiarizar y la veamos “normal”, e incluso la notoria falta de liquidez que padece el gobierno federal –y que ya empieza a usar como argumento para no solventar o retrasar los pagos a sus proveedores–, bien pueden ya servir de pretexto a la administración central para dejar colgados de la brocha a los inversionistas que confiaron en ella, y ahora mismo están sacando adelante todas las obras que se comprometieron a realizar, así tengan que gastar su propio dinero.
La falta de liquidez del Gobierno federal y la desconfianza de la iniciativa privada en una administración que no les cubre a tiempo sus parcialidades, o simplemente no les paga tareas que ya hicieron, han llegado a tal nivel que el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Solares Alemán, afirmó hace unos días que la inversión privada en infraestructura en México no está creciendo a la velocidad que debiera, por la falta de confianza entre los sectores público y privado, una situación grave a la que hay que agregar que el gobierno federal está retrasando los pagos de horas concursados por sus dependencias, porque no tiene con qué cubrirlas ahora mismo.
Podemos decir que si el país entra en recesión, el Gobierno federal tendría que apegarse a planes de emergencia cada vez más complejos, reestructurando de nuevos sus presupuestos y empeorando aún más la situación de nuestro país, la cual incluye desde homicidios dolosos hasta falta de atención médica y de medicamentos.