|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

La herramienta política más importante en nuestro país es casi sin duda el presupuesto de egresos que establece cada año el Congreso de la Unión a propuesta del Poder Ejecutivo. La proyección de la forma en que se gastarán los ingresos que generemos todos los mexicanos le corresponde así al presidente de la Republica y sus colaboradores, y ese trabajo permite ver el rumbo, propósitos, intenciones y preferencias que alienta el jefe de la Nación.

Aunque es un ejercicio anual, que se realiza desde hace mucho tiempo, nos parece que ésta es la primera vez que vemos un proyecto de presupuesto tan “especial” como el que envió el presidente Andrés López para su análisis en el Poder Legislativo.

La educación es la llave maestra del desarrollo del país, pero esta vez el presupuesto no coloca a ese rubro en una posición de privilegio o prioridad, sino al contrario, reduce partidas en demasiados aspectos. Ahora mismo, la mayoría de las escuelas de Yucatán han iniciado el nuevo ciclo escolar con una variedad de carencias.

También parece inédito el proyecto de presupuesto 2020 en el sentido de que asigna gran cantidad de recursos a sostener los programas que consisten en entregar dinero directamente a personas de diversos y numerosos grupos sociales.

Aunque muchos ven esa entrega de dinero que se hace a nombre del partido Morena del presidente Obrador, o directamente a nombre de éste, el gobierno no considera inadecuado, inconveniente, desleal o ilegal repartir dinero con vistas a generar un clientelismo político que le reditúe en victorias en las elecciones intermedias de 2021 y las federales de 2024.

Un periodista señalaba desequilibrios que contiene el proyecto de presupuesto y criticaba a dirigentes del sector privado empresarial porque no levantan la voz contra las “rarezas” en la forma en que se está concibiendo el gasto del dinero público para 2020. La verdad es que el sector privado está limitado para opinar, en primer lugar porque depende en exceso de los programas de construcción e inversión oficiales, y menos le quedan ganas de hablar cuando escucha la retahíla de calificativos que López Obrador les dedica a quienes no están de acuerdo con él, como periodistas, partidos opositores a Morena y hasta delincuentes.

En fin, todavía falta ver muchas sorpresas en esta administración federal que apenas se acerca a su primer año en funciones. Crucemos los dedos para que lo que ahora vemos como experimentos, como más intenciones buenas que proyectos beneficiosos, se conviertan en hechos positivos para nuestro sufrido y esforzado país, al que parece sobrarle patriotismo para celebrar las Fiestas Patrias, aunque a la hora de decidir a quién darle su voto tiende a ser muy confiado.

Dice la letra de nuestro Himno Nacional que el destino de nuestro país fue escrito por el dedo de Dios. Debemos pues esperar cosas buenas, ¿no lo cree usted?

Lo más leído

skeleton





skeleton