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No cabe duda que gracias a directores como Juan Carlos Rulfo y su notorio documental “En el hoyo” (2006) y Roberto Hernández y Geoffrey Smith, “Presunto culpable” (2008), poco a poco, con el paso del tiempo este género cinematográfico va tomando relevancia, hasta poder crear obras del mismo o mayor calibre como es “Familia de medianoche” (Midnight Family), dirigida por el estadounidense Luke Lorentzen.

En 80 minutos, el cineasta recupera un pedacito de la vida nocturna citadina, la que todos los días enfrenta un grupo de habitantes de la Ciudad de México, encabezados por la familia Ochoa, quienes trabajan con una ambulancia privada recorriendo las calles chilangas en busca de ganarse la vida y mantener la de otros a pesar de los incidentes o accidentes que hayan padecido.

El documental se centra en indagar en tres personas principalmente, cuyas vidas están atadas por la sangre, primero Fernando, el padre de familia, el gran responsable del trabajo nocturno que realizan, su hijo mayor, Juan Alexis, quien conduce la ambulancia, y el hermano menor de éste, Josué, quien prefiere salir con ellos por las noches antes de asistir a la escuela.

A simple vista pareciera un ejercicio de acompañamiento nocturno entre un periodista y los integrantes del equipo familiar, sin embargo, el cineasta estadounidense supera esta barrera y se mete en las historias de los tres personajes, intentando dilucidar la naturaleza de las relaciones entre ellos y la forma en que lo reflejan en su labor.

Por lo que le cuento, pudiera parecer que hablo de un filme sangriento y lleno de malestar, sin embargo, la cámara de Luke Lorentzen quita toda descripción innecesaria, evitando planos en los que se muestren los rostros de los personajes que atienden en la ambulancia y también sus padecimientos o lesiones.

El ejercicio narrativo resulta en un documental intimista, lleno de emociones a flor de piel, que impactan en el espectador, por muy grueso que sea su caparazón emocional; por cierto, uno de los detalles dignos de comentar es que ganó en el Festival de Sundance el premio a la Mejor Fotografía. Un filme realmente recomendable, que le brindará grandes momentos; precisamente por eso, un documental mexicano ocupa este espacio por segunda vez.

Solo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico [email protected] o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook, “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter y Trejohector en Spotify.

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