Covid-19
El poder de la pluma
Pues sí que nos vino a cambiar todo el esquema la pandemia que hoy conocemos como Covid-19 que ha trastocado y modificado la forma normal y habitual de llevar nuestra vida, partiendo inicialmente del confinamiento en casa hasta la casi total paralización de la actividad económica, laboral, financiera y social.
En materia de seguridad social, la parálisis productiva, comercial y de servicios ha puesto contra la pared al sector empresarial de México al no estar éste produciendo y generando los bienes y servicios que la sociedad requiere o que, de hacerlo, lo hace a niveles mínimos, situaciones que impiden, en mucho, cubrir sus obligaciones con proveedores, trabajadores, socios estratégicos y, para el colmo, con las autoridades fiscales (SAT, IMSS, Infonavit y estatales y/o municipales).
Los patrones, ante la falta de liquidez y de reservas para contingencias, están contra la espada y la pared, y ya se las “cantó” el propio director del Seguro Social, el 8 de abril: o pagan o no hay servicio y, al no haber servicio, la gravedad puede llegar hasta la propia muerte.
Por otro lado, la autoridad reguladora del Sistema de Ahorro para el Retiro, la Consar, ha autorizado a las afore para que los retiros parciales por desempleo que les soliciten los trabajadores los entreguen en una sola exhibición, en vez de los seis pagos parciales que anteriormente se hacían.
Asimismo, el Infonavit ha establecido que a los acreditados que pierdan su empleo por razón de la contingencia sanitaria, a partir del 15 de abril, se les aplicará de forma universal el seguro por desempleo, que está contratado en múltiples créditos otorgados, en las mensualidades de mayo, junio y julio; también se diferirá el pago de las mensualidades hipotecarias, capital e intereses, con congelamiento del saldo, para cualquier acreditado que por la razón ya explicada se vea afectado en su continuidad laboral o ingreso, previa solicitud al Instituto.
Instituciones financieras nacionales anuncian ya el apoyo a sus deudores con esperas y moras para el pago de créditos y adeudos contratados y todo a causa del famoso Covid-19.
Por si lo anterior fuera poco, la inmensa mayoría de las micro, pequeñas y medianas empresas han bajado la cortina y dejado de producir, enviando a sus trabajadores a hacer “home work”, cuando así se puede, y si no, de plano, a confinarse en casa, con medio salario o a veces sin él.
En el sector servicios (hoteles, restaurantes, transportes de todo tipo), sus operaciones han caído a niveles quizás no vistos desde antes de la segunda guerra mundial.
Covid-19, un microscópico virus, prácticamente tiene al mundo de rodillas y a sus pies.