¿Tendremos pensión garantizada?
El poder de la pluma
Me escribe un lector: “Don Jaime, he visto mucho en la televisión y leído en los periódicos, además de haberlo escuchado en noticieros de radio, que, con la nueva ley que hizo el presidente, será más fácil tener una pensión garantizada y que, ahora sí, recibiremos una mayor pensión”.
Y agrega: “Me interesa saber qué tanto hay de cierto en todo lo que se dice, pues ya estoy cansado de que siempre nos ofrecen cosas muy bondadosas y, con el paso del tiempo, grande es la desilusión al darnos cuenta de que el ofrecimiento fue más demagogia que verdad, y, como usted sabe, uno se desilusiona, pierde la fe y la esperanza, además de que las pensiones cada vez más van para abajo y para menos alcanzan”.
La pregunta, tal cual la transcribimos, así la hemos recibido recientemente en nuestro consultorio virtual; con gusto le daremos respuesta, pues en su redacción existen grandes verdades.
Empecemos por aclarar que el presidente de la república no ha hecho ninguna ley, pues no es esa su función; lo que sí hizo recientemente fue entregar en mano de los coordinadores parlamentarios de las cámaras de Diputados y Senadores un proyecto de iniciativa de reforma a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro.
El proyecto de iniciativa de reforma contempla “intenciones” de que se mejoren las pensiones futuras que reciban los trabajadores de más bajos ingresos, “garantizando” la mejoría con la propuesta (así lo dijeron) y de darse las cosas tal y como lo han determinado los estudiosos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los representantes del Consejo Coordinador Empresarial y las organizaciones obreras del país.
Luego entonces, como aún es un proyecto de iniciativa de ley, le falta mucho camino por recorrer para que se convierta, primero en ley y, posteriormente, en una realidad para los trabajadores al pensionarse.
Durante el trayecto del curso legislativo, aún pueden pasar muchas cosas porque, curiosamente, la oposición está más que calladita sobre el tema y eso es motivo de gran preocupación.
En el supuesto de que todo saliera bien, aún faltará que transcurra el tiempo y que el trabajador logre acumular las semanas cotizadas que se propone que sean 750 en vez de las 1,250 vigentes hoy día; que la parte patronal cumpla en tiempo, modo y forma con los incrementos en las cuotas y aportaciones que el proyecto señala y que las afore logren los rendimientos esperados para que, conjuntándose todos los factores, puedan tener los trabajadores con menores ingresos acceso a una pensión garantizada, que, al día de hoy, es de $3,289.34.
Le sugiero que sea muy conservador en sus expectativas; la realidad puede que sea más cruda de lo que esperamos.