Teatro escolar revolucionario en Yucatán (II)

Joed Amílcar Peña Alcocer: Teatro escolar revolucionario en Yucatán (II)

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La adopción del teatro escolar como medio de enseñanza llevó a los profesores yucatecos a la escritura de guiones más complejos, impregnados con posturas ideológicas más concretas, tal fue el caso de las obras de Anselmo Castillo Ojeda en la década de 1930. El repertorio de teatro escolar de este profesor consta de por lo menos nueve obras, cada una dirigida a atender temas de importancia social: Rosita no mientas (contra la mentira), Los apuros de Juanito (estimula el ahorro), Seguid adelante (homenaje al maestro), A las siete en punto (festividades de año nuevo), Perdónalos, señor (por el día del árbol), Tomás y Tobías (en pro de la escuela socialista), Paciencia, Pancha (contra el alcoholismo), Gracias, tía Luz (homenaje al niño) y El mejor regalo (homenaje a las madres). Todas o la mayoría de ellas fueron publicadas en el Distrito Federal con el patrocinio de comercios yucatecos.

Tomemos como ejemplo Los apuros de Juanito, una puesta en escena que buscó inculcar a los niños la importancia del ahorro. El argumento se basa en la dificultad que tuvo Juanito para devolver a Perico Pinto de la Pata, hijo del carnicero, el tostón que le había dado en calidad de préstamo, situación que ponía en entredicho su integridad física por la posible tunda que se había ganado, en medio del problema Juanito abandonó sus sesiones de estudio en la biblioteca e inició una cruzada para prestar dinero y saldar su deuda.Teresita, la hermana menor del niño, poseía 25 pesos de ahorro y se convirtió en el recurso económico ideal para él. Esto derivó en una conversación sobre los beneficios del ahorro:

JUANITO.- ¿Y los veinticinco pesos cincuenta centavos, mujer?

TERESITA.- Ya no los tengo.

JUANITO.- ¿Qué ya no les tienes?... ¿Te estás burlando de mi?

TERESITA.- Fíjate bien en esto que te digo. Papá me tomó esa cantidad para depositarla en un Banco.

JUANITO.- (Con ironía) A poco piensas pagar la deuda petrolera.

TERESITA.- Lo que quiere papá es que cuando yo sea grande, tenga suficiente para comprarme una casa.

La abuela de ambos intervino en la discusión, con su clara explicación convenció a Juanito de la importancia del ahorro, no para pagar la deuda petrolera, sino para tener una “base para la felicidad futura”. Otro problema sobre el que escribió fue el alcoholismo, en Paciencia, Pancha narra cómo una joven vendedora de frutas consigue sacar a Matías del vicio, se trata de una historia de amor con un claro mensaje moralizante que advierte de los peligros de las bebidas embriagantes.

Las obras de Castillo Ojeda son una muestra del teatro como herramienta pedagógica que incorporó a su discurso el imaginario revolucionario a través de la presencia de obreros, vendedoras de frutas, niños y niñas como personajes centrales de los procesos de renovación del país. Este era un paso más para llegar al teatro de denuncia social.

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