Rememorar la Reforma Protestante (I)
Joed Amílcar Peña Alcocer: Rememorar la Reforma Protestante (I)
La conquista de Tenochtitlan y el sometimiento de la cultura inca, la muerte de Cristóbal Colón, los trabajos de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina y los primeros ensayos de Leonardo da Vinci para La Mona Lisa, la escritura de El príncipe de Maquiavelo y la apertura del comercio de esclavos africanos hacia América, entre otros, son procesos y eventos que se desarrollan durante las primeras tres décadas del siglo XVI. En ese mismo periodo la corona hispana se erigió como la gran potencia mundial, Carlos I rey de España (de 1516 a 1556) fue coronado también como Carlos V, emperador (de 1520 a 1558) del Sacro Imperio Romano Germánico. Tal fue el contexto en el que surgió uno de los procesos más importantes de la historia mundial: la Reforma Protestante.
El 31 de agosto de 1517, en una ciudad del Sacro Imperio Romano Germánico, sucedió un evento sin precedente. La puerta de la iglesia de Wittenberg sirvió como cartelera al fraile agustino Martín Lutero, en ella clavó un texto que contenía 95 puntos o tesis que intentaron dar a su feligresía herramientas para que pudieran comprender la naturaleza de la salvación.
Lutero nunca pensó que las tesis que dio a conocer serían interpretadas como desviadas, propias de un rebelde o instigador. En su forma y fondo estas reflexiones estaban basadas en una correcta interpretación del texto bíblico, de tal forma que lo único que el religioso agustino pretendió fue dar una lección más de la doctrina cristiana católica. Sin embargo, sus puntuales observaciones lo llevaron a cuestionar la utilidad de las indulgencias a la vez que explicaba que ellas solo pervertían el conocimiento sobre la salvación y creaban codicia en los hombres, derivado de ello acotó el poder de perdón del papa únicamente a los casos en los que él mismo impusiera una culpa.
El paso del tiempo llevó a Lutero a refrendar su nueva convicción, basada en una detenida lectura de las cartas paulinas, especialmente de la dirigida por el apóstol a los Romanos. El texto que llevó a Martín Lutero a un nuevo entendimiento de los escritos sagrados fue “más el justo por la fe vivirá”. Sus posteriores negativas a desdecirse lo llevaron a una separación total con la iglesia católica entre los años de 1521 y 1522.
La Reforma Protestante trajo consigo profundos cambios en la vida europea. Se trató de un movimiento religioso que trasformó la teología y liturgia católica hasta el punto de crear nuevas denominaciones cristianas, fue un movimiento político que enfrentó a un hombre y sus seguidores con los principales poderes políticos y religiosos de Europa, se trató de una ruptura con las ideas económicas, estéticas y sociales dominantes hasta ese momento. Así inició una nueva historia del mundo.
El mes de octubre de cada año representa para las iglesias protestantes del mundo un tiempo de reflexión sobre sus raíces históricas y doctrinales. Vale la pena deliberar sobre la historia del protestantismo, invitando a las iglesias reformadas a emprender una reflexión crítica sobre su herencia histórica con el fin de hacer valido uno de sus lemas: “iglesia reformada siempre reformándose”. A esto, si el lector nos favorece, dedicaremos unos cuantos textos