Sobre la persona de Andrés Manuel López Obrador se ha venido construyendo, incluso antes de llegar a la presidencia, un discurso negativo y falso, donde se entremezclan diferentes ideas para llegar a varios sectores de la sociedad mexicana. En el furor de las elecciones de 2006 salió la campaña publicitaria del PAN con la hoy famosa frase de que AMLO era un “peligro para México” –elaborada por el publicista español Antonio Solá-, que transmitía un sentimiento de temor que se quería infundir en el electorado mexicano.

Los mensajes políticos de entonces (televisión y radio en particular) lo presentaban como quien llevaría a México al comunismo, comparándolo con Cuba y Venezuela, con la pérdida de la libertad de expresión, de la propiedad y de la fe católica. Así como de acusarlo indirectamente de corrupto por las denuncias y el encarcelamiento de uno de sus colaboradores más cercanos. Tras el triunfo cuestionado de Felipe Calderón y la intromisión directa del ex presidente Vicente Fox –reconocida por él públicamente-, Andrés Manuel rechazaría la validación que hiciera el IFE con su famosa y polémica expresión “al diablo con las instituciones”, que se incorporaría en la publicidad contra él en la elección de 2012. En el 2018 las campañas políticas-electorales reeditaban la idea del peligro comunista, además de incluir la intromisión de Moscú y de que AMLO era un “peligro para el empleo y la seguridad”, como decía Antonio Meade, el entonces candidato del PRI.

A unos meses del triunfo de López Obrador, Solá declaraba en diferentes medios televisivos que éste ya no representaba un peligro para México y pronosticaba su llegada a la presidencia de la República. Sin embargo, esa idea ha sido sin duda en estos tres años base del pensamiento de la oposición política y de varios de los grandes empresarios, comunicadores e intelectuales asociados al antiguo poder, para continuar construyendo una narrativa que no admite los clarososcuros y que se alimenta permanentemente de noticias e ideas falsas y erróneas.

A continuación algunos ejemplos: Gilberto Lozano, empresario regiomontano y dirigente del Frente Nacional Anti AMLO (Frenaa) ha retomado la idea del México comunista al estilo venezolano para justificar sus caravanas en automóvil y pedir la salida del Presidente con un discurso incendiario que debe preocupar a más de uno. En otro caso, el “régimen” del mandatario es a la vez franquista, comunista y nazi en la voz de Fernanda Familiar, una comunicadora radiofónica, al opinar sobre nuevos libros gratuitos de la SEP de la primaria, evidenciando así su ignorancia histórica. La ligereza de opinión, y eso llama aún más la atención, ha llegado a respetables y respetados personajes como Javier Sicilia, poeta, ensayista y líder de un movimiento social contra la inseguridad en este país, a raíz del asesinato de su hijo, quien recientemente comparó a AMLO con Hitler por su capacidad de movilizar a las masas; como si fuera una habilidad o virtud exclusiva del genocida de la Segunda Guerra Mundial, deslizando además la idea de la manipulación en un zócalo a reventar (continuará).