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Desde que tenemos registros escritos, la importancia de Uxmal y del Palacio del Gobernador en especial en la cultura prehispánica, estuvo presente en las crónicas virreinales, ya fueran indígenas, como los Chilam Balam, o de los conquistadores españoles, como Fray Antonio de Ciudad Real, Fray Diego de Landa y Fray Diego López de Cogolludo.

A mediados del siglo XIX llegaron a la región los primeros exploradores extranjeros John Lloyd Stephens y Frederick Catherwood, con el afán de descubrir las ciudades antiguas; sus descripciones, en su clásica obra Incidentes de viaje a Yucatán, incluyeron interpretaciones e hipótesis sobre los sitios y sus constructores. Gran parte de la información descrita, así como la información gráfica, es de gran valor, ya que ha servido de sustento para las investigaciones y las restauraciones que posteriormente se han realizado en el sitio.

A partir de 1918 y hasta 1948, ingenieros, arquitectos y hasta de otras profesiones, como el inspector de monumentos Eduardo Martínez Cantón y el cineasta Manuel Cirerol Sansores, se hicieron cargo de los trabajos de restauración del Palacio del Gobernador, en donde se intervinieron diversos sectores, destacando la consolidación de algunos paños del friso y la reposición de otros. Estos trabajos cambiaron la fisonomía del edificio y poco a poco fue recobrando su belleza excepcional. Si bien las intervenciones no se destacan por sus procesos de excavación y control de materiales, lo cierto es que los que las realizaron entendieron muy bien la lógica del discurso plasmado en las fachadas y lograron rehacerlo.

El inicio de la década de los 50 del siglo XX marca un cambio de paradigma en la restauración de edificios prehispánicos de la región Puuc. Como ya hemos mencionado, llegan los primeros arqueólogos y la restauración ya no se concibe sólo como el mero acto de devolver al edificio la estabilidad y restituir las partes faltantes, sino se analiza y trabaja como evidencia arqueológica, y en ese sentido se empiezan a realizar trabajos con registros más detallados y se pone interés en los bienes muebles asociados, como la lítica o la cerámica, con el propósito de interpretar los contextos y lograr la reconstruccion de los eventos ocurridos en el tiempo.

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