Copiar y pegar
El poder de la pluma
Las leyes inútiles debilitan a las necesarias.- Montesquieu
La mayoría de las escuelas y facultades que se dedican a la enseñanza del Derecho en México no tienen dentro de sus planes de estudio ninguna materia que demuestre al estudiante cómo elaborar leyes. Si acaso se aprende el proceso legislativo, es decir, los pasos que sigue una iniciativa de ley hasta que se convierte en vinculante. Las escuelas de Derecho no enseñan cómo elaborar leyes. Por lo tanto, quienes nos decimos expertos en leyes realmente no somos tanto, porque no sabemos cómo redactar, cómo se integra y cómo se arma una ley.
Las escuelas y facultades de Derecho deben incluir en sus planes de estudio la materia de técnica legislativa, esto con el propósito de generar expertos en elaboración de leyes y lograr que éstas sean verdaderos instrumentos jurídicos que contribuyan a la solución de los múltiples problemas que aquejan a nuestra sociedad.
Leyes mal redactadas traen como consecuencia oscuridad o silencio, vaguedad y ambigüedad, entre otros males. La primera consiste en que la ley debe decir, debe regular, pero no lo dice, no lo plantea ni resuelve. La segunda consiste en que es insuficiente lo establecido por la ley. Por último, la ambigüedad es que lo redactado puede consistir en varios aspectos, es impreciso y caben varias posibilidades.
Si los abogados no sabemos cómo se redacta una ley, los demás profesionistas menos. Es decir, muy pocos conocen de la técnica legislativa en la elaboración de estos instrumentos jurídicos. Lo anterior trae como consecuencia que a la hora de elaborar leyes nadie sabe cómo hacerlas.
Preguntemos a nuestros diputados ¿cómo se redacta una ley? Muy pocos lo saben. La mayoría juega al papel de representantes populares sin la menor idea de la elaboración y redacción de una ley. Copiar y pegar es una práctica de varios congresos locales.
¿Qué pasa cuando se realiza una ley mal redactada? Genera varios problemas. Primero, interpretación a conveniencia de quien la debe cumplir. Como hay varias opciones, entonces los encargados de cumplirla toman la más conveniente para ellos. Eso genera anarquía. Segundo, hay la posibilidad de que dicha ley pueda ser considerada como inconstitucional. Deberá promoverse ante el Tribunal Constitucional, ya sea local o federal, algún mecanismo de control. Tercero deberá ser sometida a reforma legal para subsanar su omisión o error de cualquier otra índole. Hay más variables.
En la anarquía siempre hay quien saca ventaja, quien aprovecha esa condición para obtener algún tipo de provecho. No es un problema menor, estoy convencido de que se trata de uno de los graves problemas que afectan a nuestro sistema jurídico-político mexicano. Muchos de nuestros problemas se solucionarían con solo cumplir leyes bien elaboradas. Tan sencillo como eso.