Filosofar en campaña electoral; el tiempo
El poder de la pluma
No es común que en este espacio editorial se aborden temas clásicos de filosofía, menos en períodos de candentes campañas electorales. Asumo el reto.
Se ha preguntado usted amable lector, ¿Qué es el tiempo? Aristóteles quizá sin pretenderlo, es pionero en analizar el tiempo. Después vendrán autores que harán de este tema todo un clásico para la filosofía. Entre estos autores esta San Agustín de Hipona, obispo de la iglesia latina. El tema se vincula a estas preguntas ¿Qué es el pasado, el presente y el futuro? ¿Qué es en general el tiempo? Se puede medir el tiempo. Aristóteles hace un esfuerzo quizá vano de medir el tiempo. El reloj ¿Qué mide? En realidad ¿Nos da una medición del tiempo? O ¿Lo ordena en función de intereses? o incluso ¿Se mide por las regularidades de la naturaleza? Nos parece que no, eso es circunstancia, no nos define el tiempo.
Medir dos instantes hacen el tiempo. El pasado ya fue, el futuro nunca llega porqué si llega deja de ser futuro, el presente es un instante, es muy efímero. San Agustín de Hipona dice: “El mundo no fue hecho en el tiempo sino con el tiempo.” El tiempo nos lo presentan como lineal. Empero no estamos seguro de que así sea.
“He perdido mucho tiempo, pero no se cual exactamente, dice Jean Dolent, escritor francés. El tiempo es infinito. Los humanos estamos arrojados al interior del tiempo.
Angustia más saber que nos vamos a morir y saber que todo sigue, que el mismo hecho de que vamos a morir. El mundo seguirá sin nosotros. Unos nacen otros mueren. Pero la vida va.
El tiempo que termina con la muerte de uno, es el tiempo de uno mismo. Insiste San Agustín que: “No hubo tiempo alguno en que no hubiese tiempo.” Por tendencia los seres humanos intentamos espacializar el tiempo, ponerlo en un lugar determinado, nos resulta menos complejo dimensionarlo, en un espacio. El tiempo es de esos conceptos filosóficos que sí uno no lo piensa tanto, si sabe lo que es, pero si hay que definirlo, empezamos con imprecisiones. San Agustín lo sostiene magistralmente: “Mido el tiempo, lo sé; pero ni mido el futuro, que aún no es; ni mido el presente, que no se extiende por ningún espacio; ni mido el pretérito, que ya no existe. ¿Qué es, pues, lo que mido?”. El tiempo es irreversible, lo pasado, pasado es. El tiempo es tema irresoluble. Nadie siquiera se ha aproximado. El tema del tiempo ha sido abordado desde otras disciplinas, desde la astronomía, la teología, la economía, la física, la historia, etc. La filosofía no es la excepción.
Los seres humanos tendemos a hablar siempre del pasado porque el futuro es inalcanzable y el presente es efímero, la tendencia es referirnos al pasado. El presente es el punto de encuentro entre pasado y futuro. La lógica no nos ayuda a explicar el tema del tiempo.
Quisiera escribir más, pero, ¿Se me acabó el espacio o el tiempo?