El asesinato de la razón por estrangulamiento
José Luis Ripoll Gómez: El asesinato de la razón por estrangulamiento
¡Tan frío tan glacial, que se quema uno los dedos, la mano que le toca retrocede espantada y, hay quien toma esto por calor! Nietzsche
Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filólogo alemán que nació y murió en el siglo XIX. A lo largo de su vida no recibió mucha credibilidad intelectual, sino hasta después de su desaparición física. Hoy es el autor más rescatado del siglo XX y de la primera parte del XXI. Sus obras son provocadoras, con concepciones tumultuarias, pero cargadas de razón.
La razón para él es el sentido del orden, de la verdad con mayúscula, pero se atreve a ser futurista a tal grado de sostener que la razón iba a morir como eje rector de la vida del hombre en sociedad. Al darse cuenta de lo que empezaba a ocurrir se atrevió a sostener que no había hechos duros, sino sólo interpretaciones que hacen las personas. No hay hechos morales, solo una interpretación moral de los hechos. Esto lo traemos a colación, porque en la realidad de hoy la razón a muerto, se ha perdido en la vorágine de las redes sociales y las tecnologías de la información. Ahora se le conoce como posverdad. Un tipo de mentira cibernética. Nietzsche fue un visionario del pensamiento.
Ahora algunos esgrimen tener derecho a su irracionalidad. Los “no binarios” argumentan derecho a sentirse diferentes, es decir, ni mujeres ni hombres, eclécticos. Otro hombre se siente caballo y exige derecho y razón para apreciarse equino. ¿Estarán más cerca de la psiquiatría que del libre desarrollo a la personalidad? El filósofo español Fernando Savater sostiene que: “no hay educación si no hay verdad que transmitir, si todo es más o menos verdad, si cada cual tiene su verdad igualmente respetable y, no se puede decidir racionalmente entre tanta diversidad”.
Es difícil estar frente a la verdad absoluta, pero por lo menos debemos intentar acercarnos a ella. En aras de la libertad y el principio constitucional a favor del hombre, en los últimos años han surgido temas polémicos que para resolverlos adecuadamente debemos usar instrumentos como la razón, la congruencia y la lógica. No se vale que en aras de sostener estos principios se planteen hoy verdaderos crucigramas irresolubles.
El nihilismo que visualiza Nietzsche significa el vacío. Una aproximación a que nada es verdad ni nada es mentira y que la verdad es la mentira más eficaz.
Nietzsche predijo que para superar este nihilismo era necesario ser un superhombre, no superlativo, ni superior por raza como planteaba Hitler, sino un hombre que tenga los suficientes elementos para comprender y enfrentar los retos de la posmodernidad.
Hemos asesinado a la razón por estrangulamiento.