Más de 10,000 leyes y 20,000 jurisprudencias
José Luis Ripoll Gómez: Más de 10,000 leyes y 20,000 jurisprudencias
Muchos abogados que estudiamos formalmente derecho en el siglo pasado, hemos visto su evolución, en ocasiones para bien y, en otras, tenemos nuestras dudas. El dato duro es que se modificó casi todo el sistema jurídico mexicano. Anteriormente nos decían nuestros profesores que la ley era la fuente más importante del sistema jurídico nacional. Hoy, junto a la ley, se encuentra la jurisprudencia y, en ocasiones, por encima de ella. Si alguien estudia un diplomado o maestría en derecho fiscal, el Código Fiscal de la federación se queda corto, habrá que recurrir a incontables jurisprudencias y tesis que le dan un nuevo rostro al régimen legal a esta parte de nuestro sistema jurídico. En un lento, pero gradual proceso, nuestro país transitó de un Estado Legal de Derecho (ELD), a uno Constitucional de Derecho (ECD). Entre sus características esta que la jurisprudencia como fuente de derecho, juega un papel protagónico: “el derecho es como los jueces dicen que es”.
En nuestro país se han llevado a cabo más de 900 reformas desde el texto constitucional original de 1917, además actualmente hay alrededor de 9 mil leyes vigentes en los 32 Estados y el poder judicial federal ha emitido más de 20 mil jurisprudencias. ¿Qué abogado se atrevería a ostentarse sabedor del 50 por ciento de este marco jurídico? Ser jurista no es conocer solamente el contenido de las leyes, sino todas las demás fuentes del derecho. Conocer el derecho es además de la ley (los tratados y convenciones internacionales), saber y valorar a las demás fuentes jurídicas como la jurisprudencia, la doctrina, la costumbre y los principios generales del propio derecho como la mayoría de razón, la analogía y la equidad.
Los viejos libros de derecho del siglo pasado planteaban asuntos que hoy ameritan nuevas hipótesis. Eso es el objetivo de esta obra. Proponer visualizar al derecho mexicano con sus nuevas reglas y retos. Temas que por motivaciones sociales, morales, éticas, históricas, tecnológicas y científicas eran percibidas con otras aristas. El futuro nos alcanzó y lo hizo con varias instituciones del pasado. Habrá que transformar al derecho mexicano a nuevas realidades propias de la era digital. El viejo homo sapiens cambio de piel y se transformó en modernus homo cibernéticus, al hombre de la aldea global post-pandemia. El derecho tendrá que estar a la altura de las circunstancias para seguir siendo un instrumento de pacto social (Rousseua o incluso Hobbes) o como dice el viejo Marx, de clases dominantes contra oprimidas.
El derecho se transforma constantemente, aunque en general, tiene la tendencia de llegar tarde. Casi siempre se regula después de que ocurren los hechos. El legislador lo percibe, pero en ocasiones no lo presenta en forma de iniciativa de ley, sino espera que el tema a resolver se autorice por su coordinador de partido para poder hasta entonces, presentarlo en una iniciativa. El derecho en ese sentido es controlado por los grupos de poder. Más de un pensador ha considerado el derecho como instrumento de una clase poderosa contra otra menos fuerte.