|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Para liberarse, es necesario cuestionar todo lo aprendido en el pasado. Desde niños vamos absorbiendo conocimientos y creencias sin reflexionar en su funcionalidad y/o beneficio. De adultos, podemos caer en el letargo de “verdades” establecidas, que nos quitan eficacia en diferentes aspectos y roles de la vida familiar, de trabajo y, lo peor, en felicidad y satisfacción personal.

Hoy son nuevas y variadas las formas de comunicar: T.V., libros, internet, etc. Medios y comunicadores son receptores de información y normas de la cadena sinfín de transmisiones y transmisores. Los comunicadores oficiales de empresas, escuelas, gobierno, familia, que forman la sociedad en general, se erigen en portadores de la “verdad” y quienes escuchan se tragan sus “verdades” sin cuestionarlas absolutamente.

El resultado de la información amañada en los que escuchan es confusión, pues la realidad interna y externa se contradice, no es congruente con los resultados personales, familiares, laborales, etc. Hay comunicadores de buena fe que realmente creen en lo que dicen, otros no lo creen, pero lo dicen enfáticamente para manipular a quienes se dirigen.

La diferencia entre el comunicador de buena fe y el que no lo es está en la ÉTICA. Hay que ser hábil para discernir acerca de la esencia, razón y validez de los principios y criterios que escuchamos. Cuestionar y deliberar con nosotros mismos es indispensable para aceptar o no lo que escuchamos.

La responsabilidad no es únicamente del emisor, también es de los receptores de la información. El método socrático de cuestionar se debe enseñar en todas las instituciones educativas. Por esa gran carencia, la mayoría de la gente cree lo que le digan. Si no queremos ser manipulados, mucho esclarece y ayuda conocer el famoso “triángulo de la neurosis-control”. Algunas corrientes psicológicas afirman que todos padecemos de cierto grado de neurosis, sin llegar a ser una patología.

William Cullen (1769, médico) acuñó el término neurosis, refiriéndose a una alteración mental causada por un alto grado de ansiedad asociado a la baja autoestima. Provoca pensamientos disfuncionales no realistas, evasivos, malestar emocional y conductas destructivas y autosaboteadoras.

El controlador-manipulador neurotizado está ansioso por entrometerse en otras vidas. Su inseguridad lo lleva a la necesidad de controlar a los demás. Inician con agresión (verbal, física o emocional) provocando en sus víctimas un sentimiento de culpa para luego convertirse en rescatadores.

Hay que cuestionar, razonar y tener el manejo de sentimientos y emociones para no caer en la manipulación. ¡No permitas el control o la manipulación en tu persona!

¡Ánimo!, hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton