|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Es muy importante entrar al proceso de construir nuestra propia imagen. Ir reconociendo quién soy, qué quiero y qué necesito. Para conocernos hay que entrar al fondo de nuestro ser, de nuestros alcances y nuestras limitaciones. Sólo así podremos aceptarnos, cambiar a consciencia lo que se necesite cambiar y dirigir nuestros esfuerzos hacia lo que queremos llegar a ser. Seremos una persona en proceso de mejora continua.

Muchos vivimos sin profundizar en nuestro propio conocimiento. En esta ignorancia está la mayor parte de los problemas emocionales que nos aquejan. Cuando nuestro autoconocimiento crece, es más fácil saber qué se quiere y qué se necesita. Algunas preguntas que ayudan:

• En general, ¿soy optimista, realista o pesimista?

• ¿Me enfoco en los problemas o en las soluciones?

• ¿Soy compresiv@ o intransigente?

• ¿Soy amistos@ u hostil?

• ¿Qué quiero verdaderamente en mi vida?

Las respuestas nos descubren parte de nuestras actitudes, pensamientos, emociones y acciones. Contestarlas honestamente en la intimidad es el primer paso para la mejora personal si queremos enriquecer nuestra calidad de vida. La buena relación con uno mismo es lo mejor que nos puede suceder. Amarnos y querer ser mejores nos lleva a mejorar la relación con el entorno, actitudes y, por lo tanto, a mejores relaciones con uno mismo y con los demás.

Actitudes positivas nos permiten una apertura interior, relaciones más abiertas con las personas, con la música, con la naturaleza, con la tecnología, etc. De todas las relaciones que tenemos y que tendremos, sin duda alguna, la más importante es la que desarrollemos con nosotros mismos. En la relación de “mí, conmigo” se manifiesta el trato a uno mismo y a los demás. Es la “relación reflejo”; si nos criticamos, si rechazamos nuestra apariencia física por ej., “aparecer en las fotos”, es que todavía nos falta comprensión, aceptación y amor hacia nuestra persona y a los demás.

Al convertirnos en nuestro mejor amig@ aprenderemos a mejorar el yo interno, a nutrirlo, aceptándonos tal como somos con diversas cualidades y habilidades; admitir errores del pasado y perdonarnos por no ser perfectos y aceptar las pérdidas del pasado. Es parte de la vida. Esa aceptación incondicional nos ubica en la realidad y es el punto de partida para el proceso de mejora continua y una vida más plena.

La aceptación es esencial para cambiar o mejorar las cosas que no nos gustan. Cultivar y conservar las que sí nos agradan y complacen como amig@, pareja, coordinador, colaborador y como el ser maravilloso que somos. Cuando comprendemos nuestra forma de proceder y la manera de relacionarnos con nosotros mismos, utilizamos nuestro potencial para actuar y salir adelante en las buenas y en las malas. Tenemos al MEJOR AMIGO ¡UNO MISMO!.

¡Ánimo!, hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton