|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

De buenos propósitos está empedrado el camino al infierno. Refrán popular

Todos los días muchas personas nos fijamos objetivos, sobre todo lo que vamos a hacer en el día o en un determinado lapso. Muchos se fijan objetivos y buenos propósitos desde el día anterior y dicen: Mañana haré ejercicio, mañana estudio, mañana empiezo mi dieta, mañana me inscribo en la facultad, mañana termino aquel pendiente que he ido dejando. Se llaman “los hombres y mujeres del mañana” porque todo lo dejan para mañana.

Al planear sus actividades, los planes son maravillosos, lástima que sólo quedan en ¡propósitos! Porque a la mañana siguiente, cuando se dispone a hacer ejercicio oye una vocecita que le dice “quédate un poco más en la cama, no te levantes…Sólo 10 minutos más”. Y así, otro pretexto. Total, que se levanta igual de tarde que siempre, no hace ejercicio, se baña rápido, medio desayuna y se va corriendo al trabajo. Al llegar a la oficina se propone acabar el pendiente que ha dejado por mucho y, se dice “primero haré lo que me gusta y lo demás para después, me aburre y ni lo sé hacer bien. Lo haré después y, ahí se queda aquel pendiente.

Al final de la jornada, quedó en ir a inscribirse a la escuela pero la vocecita muy persuasiva dice “Estás muy cansado, no pasa nada si lo haces mañana. Además, les prometiste a tus hijos jugar un rato con ellos”. Pero ¡ah! hoy concluye el torneo de tenis de Wimbledon y eso, no lo podré ver mañana…a los chicos, sí y, se emboba con la TV, luego a cenar…, hoy empiezo mi dieta pero estos antojitos que están en la mesa y el pan casero, no lo puedo despreciar. Total, mañana sí me pongo a dieta. Lo dicen tan seguros, que hasta se lo creen. Al final del día, se tiene un remordimiento por lo no cumplido y se prometen formalmente que al día siguiente si lo harán, mas al final siempre existirá en la vida de estas personas, la palabra: MAÑANA.

Esta falta de voluntad hunde en la mediocridad e impide progresar en salud, conocimiento, en la familia…y, el tiempo NO se detiene. Por eso hay que recordar la frase“Dejar de crecer, es empezar a morir”. Hay que aplicarnos una inflexible disciplina de carácter, cambiar nuestras actitudes para cambiar nuestra forma de vivir. Permitirle a la inteligencia que busque y encuentre aunque sea UNA RAZÓN NUESTRA Y FUERTE para que el “resorte” de la voluntad se active y logremos nuestros objetivos y metas.

Es la firme convicción de que NADIE más que tú, eres quien lleva el timón de tu barco y no “el destino”. Es la certeza de que tenemos el temple para forjar nuestro carácter con la inteligencia que el Creador nos regaló y transitar el camino que queremos. Es el don con el que Dios nos dotó para alcanzar los imposibles y hacer realidad los sueños para llegar a la “TIERRA PROMETIDA”.¡Ánimo! hay que aprender a vivir.

Lo más leído

skeleton





skeleton