La mayoría de las personas piensan y actúan dentro de las limitaciones estrechas de lo que se les ha enseñado desde la infancia Deepak Chopra (Escritor)

Desde niños llevamos como hábito pensamientos, emociones y acciones en la vida. En este momento lo que tú piensas, la manera en la que lo haces, en lo que tú te dices a ti mism@ para interpretar tu propia conducta, forma parte de ti y juega un papel determinante en los resultados que obtenemos tanto en las relaciones personales, como de cualquier otro tipo. Lo bueno es que si éstos van en menoscabo de tus posibilidades de desarrollo es posible identificarlos y con práctica sustituirlos para siempre.

La capacidad de juzgarnos proviene de los adultos, con el tiempo nos acompaña a todos lados, nos califica, critica, condena, acusa, compara, dictamina, exige, etiqueta, desalienta, exagera, limitando el sentido de la propia estimación.

Este juez tiene un catálogo de formas para criticarte muchas veces y nos sentimos desamparados ya que le creemos automáticamente y por años le hemos dado la razón. No vemos cuán tan interactivo es su poder y lo peor, distorsionados e incorrectos son sus juicios. Aunque nuestros padres nos castigaron, no podemos creer y/o afirmar que actuaron de mala fe. Su intención sería protegernos y formarnos de la mejor manera dadas sus creencias como se debía educar.

El juez crítico debe eliminarse y sustituirse por formas de evaluación saludable. En realidad eres una persona muy valiosa y con muchas cualidades para salir adelante en la vida. Que tu vida tenga un sinónimo de éxito que valga y abrace las diferentes situaciones y circunstancias.

La autoestima verdadera es una evaluación saludable de sí mismo y no un mero amor hacia el propio yo como fin último y supremo. La valoración positiva de sí, permite estabilidad en la identidad de las personas y así, es posible dedicarse no sólo a uno mismo, sino también para lo que está más allá del propio yo, como causas solidarias y humanitarias, que resultan en BIEN COMÚN. La autoestima es una realidad muy dinámica. Se construye día a día mediante la interacción, en el estilo de comunicación interpersonal. Se va formando la imagen y la idea que se tiene de uno mismo: el autoconcepto, del que se deriva la autoestima que llega a ser una “convicción” que se asocia a la propia identidad. Es fácil concluir que las personas somos más felices, productivas y más equilibradas cuando nos evaluamos positivamente. Reconozcamos todo lo valioso que tenemos cada uno de nosotros. Esta convicción nos genera fuerza y energía para actuar cada vez mejor, para lograr metas desafiantes y perseguir nobles ideales. La autoestima nos lleva a la cumbre de la autorrealización. Sin la autoestima es, quizás, imposible vivir.

¡Ánimo! hay que aprender a vivir.