|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Al contrario del famoso dicho “El que la hace la paga”, estoy convencido de que el que realmente no termina haciendo lo que tiene que hacer en el camino de su vida para lograr sus objetivos, tanto personales como profesionales, sí está propenso a pagar las consecuencias de no haber tomado esas riendas y trabajar sobre lo que tenía o tiene que lograr. Disciplinarnos en cualquier actividad que sea nueva para nosotros requiere de muchos pantalones y, en ocasiones, hasta de un esfuerzo extraordinario. El principio de todo cambio es doloroso y cuesta trabajo, pero se espera que luego te vayas recuperando hasta lograrlo de manera formal, normal y cotidiana.

Aquí te menciono los cinco errores más comunes que cometemos al intentar lograr tener disciplina y constancia:

1.- No estar convencidos.- Si no estás convencido de que quieres, necesitas o puedes cambiar lo que te propones, de entrada empezamos mal. No pretenderás por nada del mundo lograr la disciplina o constancia que requieres si no crees en ti o en lo que pretendes cambiar. Convéncete primero antes de intentar absolutamente nada. Y esto no es a fuerzas.

2.- Falta de priorización.- Si no logras priorizar primero, jamás llegarás a la meta. Estar haciendo acciones sólo como se vayan presentando es como ir tapando los huecos que se vayan abriendo en el piso o las paredes en vez de lograr sanar todo de una vez. Haz tu lista y prioriza qué debes, quieres y necesitas cambiar primero.

3.- No registrar.- No llevar un registro de los cambios (positivos y negativos) que se vayan produciendo a lo largo del proceso es una pésima decisión, pues eso impedirá que hagas los ajustes necesarios para avanzar y poder ser constante. Lleva el record de lo que vas consiguiendo y de lo que no, para poder componer el camino hacia los logros.

4.- Ser inconscientes.- Cuando no estás consciente de que tus nuevas tareas empezarán a cambiar algunas cosas en ti, tienes una probabilidad muy alta de abandonar o de empezar a buscar culpables y pretextos si acaso no logras los resultados. Mejor sé consciente de que las cosas cambiarán y reinvéntate para lograrlo.

5.- Estar tensos.- En el momento en que comiences a sentirte presionado y tenso, mejor abandona. Esto se trata de relajarte y disfrutar los cambios, sobre todo cuando empieces a notar resultados que han traído a tu vida esos cambios positivos esperados. Así es que concéntrate y el tiempo pasará volando y los resultados llegarán justo en el momento preciso y exacto para disfrutarlos.

Lo más leído

skeleton





skeleton