Renunciar... todo tiene un límite
El poder de la pluma
Soy de los que piensan que nunca debes renunciar a lograr tus metas y objetivos, y mucho menos si se trata del cumplimiento de tus sueños. Sin embargo, hay ocasiones en las que nos vamos a encontrar con cuestiones que no podemos controlar, y debemos tomar una decisión al respecto para poder pasar al siguiente nivel. Todos los caminos en la vida tendrán obstáculos, unos más difíciles que otros, pero, al final, es nuestra decisión cómo superarlos o dejarlos atrás. En esta ocasión vale la pena saber y conocer las razones por las que la gente renuncia a sus trabajos, pero no necesariamente a sus aspiraciones.
Aquí cinco razones por las cuales la gente renuncia a su trabajo:
1.- Falta de crecimiento y desarrollo.- A menos que no tenga metas en la vida y sea un individuo en extremo conformista, que le guste navegar en su zona de confort, lo común de esperar es que las personas deseen mayores retos y oportunidades de crecer donde se encuentren, incluso, de poder desarrollarse de manera personal y profesional en la empresa. Si esto no sucede, crecen el fastidio y el aburrimiento y se busca renunciar para continuar con las metas personales.
2.- Pésimo liderazgo.- En ocasiones puedes tener el trabajo ideal, pero resulta que el líder de tu empresa, incluso el líder de tu proyecto, no sólo no te inspira para crecer o seguir adelante, sino que también provoca que te hartes y renuncies. A veces somos más efectivos al tener un guía que nos lleve por ese camino y no que nos entorpece por momentos.
3.- Mala paga.- Una cosa es que te paguen poco y otra es que no te paguen en tiempo y forma. Pero, cuando se juntan las dos, es prácticamente seguro que habrá mucha rotación de personal entre los integrantes del equipo. No todas las empresas ni los proyectos en la calle pagan mal o de malas. Esas son sólo malas mañas de los dueños o directores de las empresas.
4.- No hay reconocimiento.- Y si todavía eres tan fuerte como para tolerar el punto anterior, te queda aún que la empresa o proyecto que representas no te reconozca lo que vales o lo que aportas a la misma. Hay gente que prefiere el reconocimiento a lo económico y sacrificaría una cosa por la otra, pero si nadie reconoce tu talento más que tú mismo, estás en el lugar equivocado.
5.- Poca cultura de trabajo.- Los valores, creencias, conductas y actitudes de una empresa hacen que cuente con una cultura de trabajo que sea acorde con sus allegados. Si no existe un cimiento fuerte, la empresa se desmorona.