Conforme pasan los años y adquirimos experiencia, vamos aprendiendo, y en ocasiones entendiendo, cómo funcionan las cosas en la vida en general. La cuestión aquí es que pareciera que no comprendemos las lecciones que la vida nos pone en el camino hasta que casi vamos de salida. Se han cuestionado que pasaría si lo que aprendiste o entendiste a los 40 ó 50 años, lo hubieras aprendido o entendido a los 20 ó 30, ¿qué tanto diferente hubiera sido tu vida? En definitiva, hubieras tenido más dinero, sufrido menos, aprovechado más, disfrutado más… sin embargo aquí estamos y seguimos.

Te comparto 5 lecciones que me hubiera gustado entender más joven:

1. Enfocarse en lo que puedes controlar: La cantidad de energía que se desperdicia en molestias o angustias por situaciones que no controlamos es inmensamente desgastante, ya sea por la calidad del sufrimiento o por la cantidad del mismo. Si se midiera ese desperdicio, no solo de energía, sino también de tiempo, seguro dejaríamos de hacerlo y nos concentraríamos en lo que depende de nosotros directamente.

2. La incomodidad es necesaria para creer: El caer en la zona de confort es la manera más segura de quedarnos estancados y no desarrollarnos en ningún ámbito. Muchas de las situaciones en la vida que no queremos hacer porque “dan trabajo”, “cuesta mucho”, “es mucho sacrificio”, son sin duda algunas situaciones que nos van a ayudar a crecer.

3. Nada es tan malo como se ve y tan bueno como parece: Lo importante de lo que nos sucede en la vida, no es el extremo de nada. Es decir, ni los malos momentos son tan malos y podemos aprender de ellos, ni los buenos son tan buenos como para durar toda la vida. Disfruta el momento de cada uno y aprende de ellos.

4. El manejo de finanzas personales: Si de joven hubiera entendido el manejo de mi propio dinero, poco o mucho, hoy estaría riéndome económicamente de la vida. La facilidad con la que se debe uno organizar desde temprana edad es algo que traes o te enseñan en tu casa. En la escuela deberían de llevar esta materia obligatoria.

5. La importancia de la actitud: Como buen fan de la actitud, me atrevo a decir que esta es la diferencia de muchos estados de ánimo y logros en tu vida. Si bien no garantiza el resultado, sí influye en el aprendizaje del mismo. La actitud es una abridora de puertas automática para cualquier tipo de aventuras y sucesos en la vida.

Bien dicen que nadie escarmienta en pellejo ajeno.