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Klass es una película de 2007 del director estonio Ilmar Raag que puede verse en You Tube (desafortunadamente solo con doblaje) y que retrata lo complejo que puede resultar para las víctimas de acoso escolar llegar a usar puentes de apoyo para salir de una situación de esa naturaleza. Y también lo poco que pueden hacer las leyes si no se instalan otros mecanismos de ayuda y otros códigos de comportamiento social en los ámbitos familiar y en todos aquellos entornos en los que interactuamos las personas.

Primero, porque regularmente el acoso lo lidera una persona que recluta seguidores. Sea por cuestión de pertenencia o de propia sobrevivencia, los seguidores presencian y toleran el acoso hacia otro u otros, en gran medida para no pasar a ser parte de los agredidos.

A esto se agregan los pocos puentes de que disponen, tanto en el hogar como en el ámbito escolar, los jóvenes que son acosados.

El caso que se muestra en Klass se centra en dos estudiantes de preparatoria, Kaspar y Joosep, el primero había sido parte de la escuadra de acosadores, pero en un momento decide salir en defensa de Joosep y esto lo pone de manera automática en el papel de acosado, lo que crea lazos de solidaridad entre ambas víctimas, quienes tienen que enfrentarse a agresiones constantes que van subiendo de tono y generando en ellos una impotencia que se transforma en sed de venganza. Los hechos, como es de esperarse, terminan en tragedia.

El acoso pone contra las cuerdas al acosado o acosados, dejándoles, sutilmente, sin posibilidad de defensa o de búsqueda de ayuda. Cuando se es adolescente es difícil que un acosado quiera ser tomado por “soplón” o por débil al pedir la intervención de sus padres o de alguna autoridad escolar. Por eso es que las vías de ayuda tienen que salvaguardar su dignidad ante sus pares y ser tan efectivas para evitar venganzas posteriores de los propios acosadores.

En la película de Raag, Kaspar está además atado a la “buena conducta” que las autoridades del plantel perciban de él y que ha sido puesta en duda por una ingeniosa acusación de los acosadores, quienes han hecho creer a las autoridades que es él quien acosa a Joosep. Joosep carece de una comunicación familiar efectiva para hacer frente a una posible solicitud de auxilio. Hay muy pocas vías de escapatoria para ambos porque el grupo de acosadores y su campo de acción son amplios dentro del plantel y aun fuera de éste.

Además, los acosadores suelen generar lazos fuertes porque su dominio les otorga cierto estatus o protección, lo que hace difícil que abandonen ese barco. Los padres de estos jóvenes difícilmente conocen ciertas “lógicas” o reglas no escritas que perviven en el entorno escolar y social en estas edades.

De manera que si bien las leyes pueden ayudar, los fenómenos sociales como el acoso solo pueden disminuir cuando la educación en el hogar y en la escuela siembra en la conciencia de las personas el inquebrantable código de la ética en todas las formas de nuestro actuar y en todo los ámbitos.

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