Una nómina de excelencia
El poder de la pluma
Dicen que alabanza en boca propia es vituperio y parece que, en general, es una sentencia cierta. Sin embargo, a veces es importante que se conozca a quienes de una forma generosa y desprendida aportan sus ideas para el mejoramiento de la sociedad, como es el caso de la nómina de excelencia de quienes colaboran en esta sección de El poder de la pluma de Novedades Yucatán.
La ocasión de hacerlo hoy nos la brinda la presencia de un yucateco destacado en el Instituto Nacional Electoral, el doctor Uuc-Kib Espadas Ancona –primer nacido en esta tierra que alcanza esa grave responsabilidad en el órgano garante de la limpieza de las elecciones en México y en el que han militado muy destacados luchadores por la democracia-. Uuc-Kib es colaborador fundador de la sección de opinión de este periódico.
Lo traemos a colación porque es, me parece, una importante baja (temporal) en esa lista de excepción, toda vez que ahora sus responsabilidades difícilmente le permitan –así nos lo hizo saber- mantener su colaboración. Esperemos que una vez que las aguas se asienten y él calibre bien el tamaño de la encomienda que hoy tiene, pueda reanudar su presencia en estas páginas. Como le dije personalmente, aquí –mientras el periódico nos lo permita- está su espacio.
En estas páginas, desde hace nueve años, han tenido y tienen presencia los más importantes intelectuales, artistas, médicos, terapeutas, activistas sociales, escritores y promotores de las mejores causas que han encontrado el ánimo dispuesto y el respeto a la libre expresión que es santo y seña del verdadero periodismo.
Desde que esta sección se inició hace nueve años, los colaboradores han enriquecido la vida política y social de Yucatán con sus aportaciones a través de las páginas de este periódico. Aquí lo mismo puede encontrar el lector una palabra esclarecedora sobre los problemas mas acuciantes -como es el caso de las orientaciones médicas ante la pandemia del Covid-19-, que el consejo atinado para manejar las emociones, orientaciones sobre el clima o una opinión enterada respecto de los acaeceres políticos locales y nacionales.
Sin ánimo de parecer presuntuoso, no creo que haya en todo el sureste de México al menos –y quizá del país- una sección de opinión que no repita ningún día de la semana (o sólo lo haga excepcionalmente) la firma de algún colaborador. Son medio centenar quienes con su firma apoyan esto que ya es una realidad histórica en el periodismo peninsular.
La sociedad yucateca debe estar agradecida con esas personas de talento excepcional que desinteresadamente orientan ante los acontecimientos y ponen su prestigio y sus conocimientos al servicio de Yucatán.
Al doctor Uuc-Kib Espadas, desde estas líneas, le deseamos, por el bien de México, todo el éxito que su gestión y su inteligencia pueden alcanzar y le reiteramos que Disiento (su columna) tiene el espacio esperando para cuando decida regresar. Que ojalá sea pronto desde su sitial de privilegio como hacedor de la vida política de México.